El euribor cae en marzo hasta el 2,41%
Negocio Inmobiliario
lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
En el Viejo Continente continúa la presión a la baja en los precios de las acciones, y sólo leves respiros en las noticias provenientes de Irak, o rumores sobre operaciones corporativas, bastante atractivas a estos niveles, permiten levantar la cabeza a los índices de vez en cuando.
Así es que, nuevas pérdidas en las Bolsas europeas, que esta semana no han pasado por alto, como ocurriera en semanas anteriores, al sector construcción.
El Eurostoxx-50 finalizó la semana (del 24 de marzo, al 1 de abril) en los 2.036 puntos, lo que supone un descenso de algo más del 4%. Si las noticias lo permiten, y consigue mantener los 2.000 puntos, podría experimentar un rebote técnico hasta los 2.150 puntos, donde posee su primera resistencia. Por su parte el Eurostoxx de Construcción, retrocedió un 3,02%, cerrando en los 131,81 puntos. Al igual que su hermano mayor europeo, técnicamente podría rebotar hasta los 135 puntos en primera instancia.
Y si la renta variable no permite demasiadas alegrías a los inversores europeos en los últimos tiempos debido a la debilidad económica, el euribor, el indicador que fija en la mayoría de préstamos hipotecarios el tipo de interés, sí se las está dando, gracias a esa misma debilidad. Marzo es el décimo mes consecutivo en el que desciende este indicador, alcanzando la cifra récord del 2,41% frente al 2,50% del mes de febrero.
La mayoría del mercado opina que esta racha de descensos está a punto de finalizar, y que muy probablemente el próximo mes empiece a apreciarse el repunte, pero no podemos descartar que la situación a nivel mundial haga replantearse nuevamente la política monetaria al Banco Central Europeo, y éste decida una vez más, reducir la tasa de interés al 2,25%. Este descenso vendría avalado por los pésimos datos de confianza y consumo, aparecidos en los últimos días.
La confianza del consumidor de la zona euro del mes de marzo cayó hasta -21 puntos, su nivel mínimo de los últimos nueve años, y no parece que la confianza de los europeos tenga visos de cambiar de rumbo próximamente.