Las energéticas entablan batalla frente al asalto de las constructoras al sector

Acciona, la que más tardó en iniciar la lucha por las energéticas, parece haber sido también la primera en llevarse el gato al agua. Por sorpresa y tras un litigio de varios meses al que la empresa de los Entrecanales se incorpora en septiembre de 2006, E.On ha dejado en la estacada a su quintacolumnista, Manuel Pizarro, y ha alcanzado un acuerdo con la constructora española y la eléctrica italiana Enel. El presidente de Endesa, no obstante, parece dispuesto a seguir plantando batalla hasta el final, con el anuncio de futuras acciones legales contra el acuerdo alcanzado por las tres empresas.
Mientras tanto, la batalla continúa en otros dos frentes: Iberdrola (por la que puja Florentino Pérez desde ACS) y Repsol YPF (ansiada por Luis del Rivero desde Sacyr Vallehermoso) están en el punto de mira de las constructoras. La lucha se encarniza todavía más, en tanto en cuanto el juego político entra de lleno en el ámbito empresarial, como ha sucedido en el caso de Endesa, que ha acabado convirtiéndose casi en una cuestión de orgullo para el Gobierno. En este enfrentamiento, los gestores parecen haberse puesto en pie de guerra contra la idea del presidente del Gobierno de crear "campeones nacionales", que sólo puede llevarse a cabo con el apoyo de las grandes empresas del país, situadas, en su mayoría, en el sector inmobiliario y de la construcción. Estos, como máximos accionistas, han entrado en colisión con los intereses de los consejos de administración en casi todos los casos.
La entrada de las constructoras e inmobiliarias tiene, para todos los expertos y operadores del sector, una motivación clara: afrontar el cambio de ciclo diversificando su actividad geográficamente y también sectorialmente, "entrando en mercados que proporcionen ingresos más recurrentes y estables", como afirma David Cano, analista y socio director de AFI. Empresarialmente, parece un movimiento redondo. Lo que quizás no se esperaba nadie en el sector es encontrarse con una oposición tan férrea de los gestores, apoyados con frecuencia por la oposición al Gobierno, en situación de aprovechar cualquier ocasión y sea cual sea el terreno en que esta se presente, con el fin de desgastar al Ejecutivo. Mientras tanto, José Luis Rodríguez Zapatero, ha encontrado el apoyo financiero necesario para hacer que las energéticas continúen en manos españolas, en las empresas constructoras que procuran mantener un equilibrio que no les sitúe excesivamente lejos de la oposición.

Especulaciones sobre Repsol.- Según los analistas, Repsol YPF está en todas las quinielas sobre la próxima compañía que será objeto de algún tipo de movimiento corporativo. Y en esa carrera, Luis del Rivero ha estado tomando posiciones durante los últimos meses. Con un 20%, la empresa que preside Del Rivero es máxima accionista de la petrolera y los precedentes indican que lo más probable es que la constructora busque aumentar su cuota de poder dentro de la empresa.
En el Mercado se especula con una posible salida de Sacyr de la francesa Eiffage, lo que daría como resultado unas plusvalías que le permitirían emprender la operación sobre Repsol. Las cosas podrían aclararse bastante a partir de esta misma semana, tras la celebración de la junta de accionistas de la compañía francesa.
En la constructora gala también ha estallado el enfrentamiento con los gestores provocando, por el momento, mantener a Sacyr fuera del Consejo de Administración, a pesar de tener un 32,1% del capital social de la empresa. No obstante, la opción de ofertar por el 100% del capital es una posibilidad que Sacyr ha dicho no contemplar, mientras estudia, junto con La Caixa (que posee directa o indirectamente un 14% de las acciones) el futuro de la petrolera. La posible fusión con Gas Natural, también origen de numerosos rumores, se ha descartado a corto plazo.
Batalla sobre Iberdrola.- Como en el caso de Endesa, Iberdrola está siendo protagonista de una batalla económica con una vertiente política importante. El actual presidente, Ignacio Sánchez Galán (vinculado, como Manuel Pizarro, al PP), ya ha dejado claro su malestar por la presencia de ACS como máximo accionista, tomando medidas como el intento de limitar sus derechos de voto en la junta de accionistas. Todo ello a pesar de que la constructora de Florentino Pérez ya había anunciado que votaría, como finalmente hizo, a favor de la compra de Scottish Power. Con esta absorción, la eléctrica busca ganar tamaño para salir, en la medida de lo posible, de los numerosos rumores sobre posibles movimientos corporativos. Iberdrola es otra de las empresas que entran en todo tipo de especulaciones sobre movimientos. Es objeto de deseo por parte de ACS, que, con su participación mayoritaria en Unión Fenosa, crearía otro gigante energético. Pero tampoco se descarta un reparto en el que interviniera, además de la constructora de Florentino Pérez, La Caixa e incluso Sacyr Vallehermoso.
Lo que parece claro tras todas estas escaramuzas en el campo de batalla bursátil, es que las constructoras se han convertido en protagonistas globales de la economía española, diversificando su actividad hasta tal punto, que muchos analistas ni siquiera las consideran empresas del sector.