La vivienda protegida gana fuerza como alternativa a la ralentización

El cambio de ciclo en el sector inmobiliario, puede hacer que las promotoras empiecen a buscar nuevos nichos de mercado entre los que encontrar la demanda necesaria. Las compañías ya han comenzado a salir fuera de nuestras fronteras, pero aquí dentro, todavía les queda rentabilidad que perseguir entre los grupos de población hasta ahora menos explotados.
Uno de ellos son aquellos que no podían acceder a una vivienda. Y una forma de que lo hagan es el mercado de la Vivienda de Protección Oficial (VPO), que, desde hace unos años, experimenta un aumento significativo. Ya desde algunas consultoras se plantea la posibilidad de buscar clientes entre este colectivo. Raúl García, director general de Grupo I, afirmó durante la presentación del informe de coyuntura de la consultora, que hay una demanda de cien mil viviendas de este tipo y unos 350.000 posibles demandantes que aún no pueden acceder ni siquiera a este mercado. García piensa que "dirigirse al mercado de VPO puede ser una de las formas empleadas por las empresas para diversificar su actividad".
No obstante, hay varias compañías que se dedican a este mercado desde hace años y que no han dudado de sus posibilidades. Para Jesús Martín de Prado, presidente de Larcovi, que, durante los últimos 26 años ha entregado más de 16.500 viviendas protegidas, "la rentabilidad económica de la promoción de VPO es menor que la libre, los márgenes con los que trabajamos los promotores son más ajustados, lo que no quiere decir que desarrollar este tipo de vivienda no sea rentable". En definitiva, para el directivo de Larcovi la rentabilidad depende del "precio máximo de venta establecido por cada Comunidad Autónoma". En este sentido, a nivel estatal el Gobierno ha fijado el precio básico nacional del metro cuadrado de superficie útil de VPO en 728 euros, un 4,7% más que el anterior. En contrapartida con esta rentabilidad más ajustada, el riesgo inmobiliario de este negocio también es menor: "la demanda de VPO es superior a la oferta, lo que permite a las empresas inmobiliarias poder mantener una producción continuada en el tiempo sin verse sometidas a los posibles cambios de tendencia del mercado de vivienda libre", afirma Martín de Prado. El presidente de Larcovi no se muestra en absoluto de acuerdo con las voces contrarias a la VPO dentro del sector, que responsabilizan del encarecimiento residencial a la reserva de suelo para este tipo de vivienda. Martín de Prado piensa, por el contrario, que la VPO "contribuye a contener el precio de la vivienda libre; la generación de una importante oferta de VPO tendría, casi con toda seguridad, efectos sobre el precio de la vivienda libre, al mismo tiempo que sería una alternativa para muchas personas que no pueden acceder a ella".

Futuro prometedor.- En cualquier caso, el año se va a cerrar con un número de VPO iniciadas superior al de los pasados ejercicios. Entre septiembre de 2005 y el mismo mes de 2006, se iniciaron 91.327 viviendas de este tipo, lo que constituye, según los datos del Ministerio de Vivienda, un aumento del 24,1% respecto a los doce meses precedentes. El presidente de Larcovi señala que "teniendo en cuenta los planes de las diferentes administraciones, es de suponer que el número de VPO iniciadas y construidas vaya en aumento". No obstante, 2007 será para el sector de la VPO "un año de transición", según el presidente de Larcovi, ya que "los grandes paquetes de suelo privado de vivienda de protección pública aún están en desarrollo", por lo que el mayor crecimiento se producirá en el siguiente ejercicio, en el año 2008.
Actualmente, cerca del 7% de las viviendas construidas cuentan con algún tipo de protección, ya sean entregadas en régimen de venta o de alquiler, segmento este último que ha ido tomando mayor protagonismo gradualmente durante los últimos años.