Reyal y Nozar ya tienen vía libre para salir de Inmocaral

Los quince accionistas de Inmocaral a los que afectaba el lock up, periodo durante el que no podían vender sus acciones, poseen más de un 36,38% de la empresa. Esta participación, valorada en más de 2.500 millones de euros, acumula importantes plusvalías para sus poseedores, debido al recorrido de Inmocaral durante el último año.

Los principales afectados por el compromiso de permanencia, firmado en pleno proceso de fusión con Colonial y de ampliación de capital, son las inmobiliarias Nozar y Reyal, que poseen un 10,23 y un 6,86%, respectivamente. El valor de sus participaciones suma 1.200 millones de euros, con unas plusvalías conjuntas cercanas a los 700 millones de euros.

El final del compromiso de permanencia deja abierto el camino para las desinversiones. El presidente de Reyal, Rafael Santamaría, ha declarado en varias ocasiones su decisión de salir de Inmocaral en algún momento del primer semestre de 2007. Reyal tiene previsto vender sus participaciones para conseguir liquidez con la que financiar la compra de Urbis, que le ha costado 3.300 millones de euros. La venta de su 6,86% le reportará 500 millones de euros.

Por su parte, la inmobiliaria de la familia Nozaleda también ha anunciado su disposición a hacer caja. Después de haber vendido un 3,4% el pasado mes de octubre, Nozar podría embolsarse más de 700 millones de euros con la venta del 10,23% restante.

Tras la salida de Nozar y Reyal, Luis Portillo afianza su dominio de la empresa, ya que será el probable comprador de las acciones de Reyal. Con un 44% de Inmocaral, el presidente de la inmobiliaria quedará como accionista principal, seguido a gran distancia de Alicia Koplowitz, con un 9,6% de la inmobiliaria y dos puestos en el Consejo de Administración. Por detrás se situaría José Carabante, a través de Grupo 2002.