Inmobiliarias y constructoras consolidan liderazgo en su año más intenso en Bolsa

Sin lugar a dudas, éste ha sido un año excepcional para la Bolsa española. Se trata del cuarto consecutivo en el que cierra con ganancias y ha alcanzado una revalorización, cercana al 30%, muy superior a los mercados de Londres, París, Francfort o Nueva York. Detrás de este éxito, están las operaciones corporativas que han tenido lugar durante el ejercicio. Y, entre los sectores que han protagonizado estos movimientos, el energético y el inmobiliario y el de la construcción, han sido las estrellas.
Si englobamos dentro del sector inmobiliario a las constructoras, podremos concluir que las principales compañías han experimentado subidas muy importantes. Sin embargo, esta es una agrupación que no está nada clara para algunos expertos. Jordi Padilla, director de Renta Variable de Atlas Capital, opina que las empresas constructoras ya no pueden considerarse parte del sector, ya que han diversificado intensamente su actividad: "el peso de la construcción es cada vez menor en estas empresas y van tomando mayor importancia otras actividades, como la gestión de autopistas y otro tipo de servicios", comenta Padilla.
Gran parte del éxito de la Bolsa durante el recién concluido ejercicio, ha sido achacado, según los expertos, al cambio de objetivo de algunos inversores que, hasta el momento, se centraban más en el mercado inmobiliario. La ralentización del sector ha hecho que muchos de ellos hayan decidido desplazar sus inversiones a la Bolsa, que, actualmente, ofrece mayores rentabilidades en muchos de sus activos. No obstante, uno de los factores indicativos de la fuerza del sector inmobiliario en nuestro país es que, pese a no confiar en la compra directa de inmuebles, los inversores sí que parecen seguir confiando en la evolución de las empresas constructoras e inmobiliarias, situando allí sus capitales. Esta situación podría continuar, a pesar de que la mayoría de los consultores esperan que el próximo sea un año más tranquilo. David Cano, socio-director de Analistas Finacieros Interancionales (AFI), piensa que debería ser de "digestión, después del atracón alcista de este ejercicio". A pesar de todo, considera que el inmobiliario seguirá siendo un valor atractivo: "a la hora de invertir, tan importante como dónde hacerlo, es qué alternativas hay. Y, francamente, no hay demasiadas". Para Cano, "las inmobiliarias cotizadas aúnan lo bueno de los dos mercados: el inmobiliario y el bursátil". A pesar de la ralentización que está experimentando el sector en España, el analista de AFI ve posible que continúe la confianza en estas acciones, ya que las empresas "han hecho muy bien el proceso de expansión internacional y el éxito de sus inversiones en el exterior garantiza su cuenta de resultados futura que es, en definitiva, lo que cotiza en Bolsa". De momento, el año se ha cerrado con la venta de la división inmobiliaria de Ferrovial a Habitat por 2.200 millones de euros y la de entre un 30% y un 40% de los activos inmobiliarios de Landscape por parte de Astroc. Dos nuevas operaciones, para concluir un ejercicio repleto de ellas.
Hay varios datos que muestran claramente la fortaleza del sector en Bolsa. De las diez empresas que han empezado a cotizar este año, cuatro (Renta Corporación, Parquesol, Astroc y Riofisa), son inmobiliarias. De ellas, dos han protagonizado repuntes importantes: Astroc ha multiplicado por cuatro su valor, mientras que Riofisa lo ha doblado. Entre los tres títulos que mayores avances han registrado, hay dos del sector: la ya mencionada Astroc e Inmocaral, con revalorizaciones por encima del 400% en ambos casos. Por otra parte, de los diez valores más rentables del Ibex-35, la mitad son constructoras o inmobiliarias. En esta exclusiva lista, encabezada por Metrovacesa y Sacyr Vallehermoso, están también, FCC, ACS y Acciona.

Mayor diversificación.- Las constructoras han sido las que más se han apuntado a la estrategia de la diversificación, potenciando una tendencia ya existente desde hace algunos años y preparándose para una posible ralentización del crecimiento en España. Empezando por Ferrovial que, operando ya en el mercado aeroportuario, decidió absorber a la inglesa BAA (la mayor compañía del mundo del sector) y terminando por los diversos movimientos, a final de año, que han hecho que muchas de estas empresas empiecen a tomar posiciones en el sector eléctrico y eólico.
Jordi Padilla aclara que estos movimientos representan "el extremo" de la tendencia a la diversificación de las constructoras. Estas compañías, según Padilla, tienen "fácil acceder a la deuda y quieren ser partícipes de un sector que está en proceso de cambio".