MADRID.- 31/10/2006 FCC mantiene el mayor contrato de recogida de basuras del país

El grupo constructor y de servicios FCC se ha adjudicado el contrato de recogida de basura de la zona centro de Madrid durante los próximos nueve años, por el que prevé facturar 470 millones de euros. El contrato, que le ha sido adjudicado por el Ayuntamiento de la capital, incluye la recogida de basura en los distritos de Centro, Arganzuela, Retiro, Salamanca, Chamartín, Tetuán y Chamberí, así como en algunas zonas de los distritos de Fuencarral-El Pardo y Moncloa.
El contrato adjudicado se repartió en tres concursos, dado que la zona centro se dividió en dos áreas geográficas, separadas por el eje del Paseo de la Castellana. El tercer concurso correspondía a la recogida especial de papel, cartón, vidrio y pilas.
A estos tres concursos se presentaron cuatro empresas, agrupadas en dos consorcios, (ACS y Ferrovial por un lado, y Sacyr y la sevillana Lipasam por otro), y FCC en solitario. A pesar de los intentos de las grandes empresas por arrebatar a FCC la concesión, finalmente la compañía que preside Esther Koplowitz obtuvo el visto bueno del Consistorio tras el compromiso de invertir 48,1 millones de euros en vehículos e instalaciones.
Para la prestación de sus servicios, FCC contará con 227 nuevos vehículos; los camiones destinados a la recogida estarán propulsados por motores de gas natural, menos ruidosos y contaminantes que los convencionales, excepto catorce unidades, que serán eléctricas.
El desarrollo tecnológico del vehículo eléctrico, no disponible en el mercado y creado por FCC, ha supuesto cuatro años de trabajo sobre prototipo. Su anchura reducida, de tan solo 1,85 metros, le permite moverse con agilidad en zonas estrechas, como las que se pueden encontrar en las calles del casco antiguo.
Además de su maniobravilidad, el vehículo que ha presentado FCC utiliza baterías de motor térmico de 220 CV, que se alimentan totalmente con energía eléctrica. Esto hace posible un nivel menor de ruido y de impacto medioambiental. La propia Unión Europea reconoció la calidad del proyecto, al nombrarlo oficialmente proyecto Eureka. Otra de las bazas con las que contaba la oferta de FCC en el concurso era la creación de de un Control Integral de Calidad, que evaluará el servicio y el trabajo de los empleados.
Por otro lado, FCC se comprometió a mejorar la formación del personal, basándose en los dictámenes de dos nuevas figuras: el supervisor de calidad y el observador de comportamientos incorrectos. El objetivo es realizar entre 22.000 y 27.000 intervenciones al mes, frente a las 700 exigidas en el concurso.