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ZP y su "hombre sorpresa" para Madrid

A mes y medio de la proclamación oficial de los cabezas de lista del PSOE en los comicios municipales y autonómicos de 2007
en la Comunidad de Madrid, Rafael Simancas tiene el camino despejado en su candidatura a la presidencia de la Comunidad de Madrid, pero no así Trinidad Jiménez que queda definitivamente fuera de la carrera hacia la alcaldía del Ayuntamiento capitalino (¿será al fin titular de un Ministerio?), en virtud, según apunta el propio José Blanco, de un candidato de peso (el secretario Federal de Organización recalca la condición masculina del aspirante), que “va a ser toda una sorpresa”.

Simancas cuenta, al parecer, con un apoyo sin fisuras del mismísimo José Luis Rodríguez Zapatero, máxime tras las alentadoras
encuestas que se manejan en Ferraz en estos momentos, en las que el PSOE, bien es verdad que con IU, logra arrebatar por
primera vez la mayoría electoral a Esperanza Aguirre, algo impensable hace unos meses en que la diferencia que separaba al líder
socialista de la actual presidenta regional era nada más y nada menos que de doce puntos.

El secretario general del PSM encara, por tanto, su designación y la larga precampaña con el plácet de un Zapatero que guarda celosamente el nombre de la alternativa al hasta ahora imbatible Alberto Ruiz Gallardón.

Nadie o casi nadie en la cúpula del socialismo madrileño conoce la identidad del mirlo blanco con el que la dirección Federal del
PSOE está convencida de poder desalojar de la alcaldía madrileña al PP. Aunque nunca hasta ahora desde Ferraz se había descartado de forma taxativa la opción de Trinidad Jiménez, son muchos los nombres que se han filtrado en el último año como alternativa a la actual portavoz del Partido Socialista en la Casa de la Villa, entre ellos los de Pedro Solbes, Mayor Zaragoza y especialmente los de José Bono y Javier Solana.

Sí la opción del ex ministro de Defensa está prácticamente descartada, la del actual mister Pesc ha cobrado cierta fuerza desde
que se conociera el encuentro programado por Zapatero y Javier Solana en Lanzarote, durante la estancia veraniega del presidente
del Gobierno en esta isla Canaria.

Entrevista finalmente suspendida por el conflicto en el Líbano, pero en la que supuestamente el jefe del Ejecutivo, según se dice, pretendía convencer al Alto Representante de la Política Exterior de la UE para que encabece el cartel electoral socialista al Ayuntamiento de Madrid.

Solana, que en los anteriores comicios ya fue propuesto por algunos sectores de la entonces FSM como alternativa a Gallardón
(algo que no cuajó por la imposición de Trinidad Jiménez), no se ha mostrado hasta ahora muy dispuesto a aceptar la oferta de
Zapatero, por lo que el baile de nombres y las quinielas acerca de la identidad del candidato capitalino continúan muy presentes
en esta Federación. Con la incógnita de Solana y el comentario en su día de Zapatero a Gallardón respecto a que tendría un contrincante socialista de peso, los últimos rumores apuntan incluso a una hipotética candidatura de Felipe González.

Hipótesis que va ganando fuerza en algunos círculos y que explicaría el grado de optimismo con que se contemplan en Ferraz los
futuros resultados electorales del PSOE en el Ayuntamiento capitalino.

Unos sondeos que, según se dice desde las filas socialistas, están causando no poco nerviosismo en el PP madrileño y especialmente en el entorno de Esperanza Aguirre, en el que la clave del fracaso o la victoria de la actual presidenta regional se fija en 50.000 votos (Blanco lo rebaja a una franja de 40.000), casi todos ellos provenientes del electorado del Sur de Madrid.

Gran parte de la batalla electoral se va a centrar, por tanto, y tal y como ha ocurrido en otros comicios, en captar al votante de
los municipios de este área metrópolitana, la mayor parte de ellos gobernados desde hace décadas por los socialistas, baza que juega a favor de Rafael Simancas, aunque bien es verdad que Ruiz Gallardón logró romper el voto de izquierdas en estas localidades
sureñas cuando aspiró a la presidencia autonómica.

El candidato socialista tiene ya definidos los dos ejes que marcarán su campaña: Calidad en los servicios públicos y el desarrollo sostenible y equilibrado de la Comunidad de Madrid, es decir marcaje y freno al urbanismo de “rapiña” que , según Simancas, se lleva a cabo en determinadas partes de la región donde gobierna el PP.

Aspecto este último que ha presidido los mayores enfrentamientos que se han vivido, y viven, entre populares y socialistas a lo largo
de esta legislatura.

La proclamación oficial de candidatos del PSOE en Madrid está prevista para el 17 de octubre, pero el proceso de presentación de
candidaturas se abre el día 17 de este mes, aunque se descarta realizar primarias en aquellos lugares donde se detentan las alcaldías.

No todo, sin embargo, es una balsa de aceite en el seno del socialismo madrileño, en algunas de cuyas agrupaciones se viven
duros enfrentamientos, véase el caso de Alcobendas (Aragüetes no termina de aceptar la designación de Caballero) o Leganés, donde la posible candidatura del hoy diputado regional, Rafael Gómez Montoya, ha levantado ampollas en una parte de los
dirigentes locales.

Puntos negros también para el PSOE, y con temas urbanísticos de por medio, son Morata de Tajuña y Quijorna, dos municipios
en los que la dirección regional del PSM se ha visto obligado a expulsar a su líderes locales, en el primer caso a la alcaldesa y en el segundo al portavoz municipal por algunas oscuras actuaciones en el terreno del urbanismo.

Claro que si de urbanismo se trata el PP tiene en estos momentos varios flancos abiertos en los que Simancas golpea en las últimas semanas: Torrelodones, Brunete o Galapagar, entre otros. Un motivo de desasosiego, dicen, para una Esperanza Aguirre que ha comenzado a hacer las cuentas de donde radica su fracaso o su victoria.
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