El sostenido dinamismo del mercado inmobiliario español despierta inquietud
El BBVA afirma que el riesgo de reajuste severo aumenta
lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
19/07/2006.- España debería estar avanzando hacia la desaceleración inmobiliaria, tanto en actividad como en precios, pero el mes de abril se cerraba con un nuevo avance: más de 800.000 viviendas iniciadas en los últimos doce meses. El BBVA ha avisado de que el retraso en el reajuste del mercado aumenta el riesgo de un “aterrizaje brusco”.
El mercado se resiste a cerrar el ciclo. La tendencia al enfriamiento, que comenzó a manifestarse a principios del año pasado, se ha truncado con un movimiento ascendente inesperado. Lejos de bajar, el número de viviendas visadas ha aumentado en el último año un 6,6%, gracias a una inversión residencial en expansión.
La aceleración del mercado, en un momento en el que las previsiones apuntaban en el sentido contrario, ha hecho sonar las primeras alarmas. El BBVA afirma que el nuevo escenario implica mayor riesgo de que se produzca un ajuste brusco a partir de 2007. Sin embargo, José Luis Escrivá, director del Servicio de Estudios de esta entidad aclara que la posibilidad de crisis es baja. “El escenario más probable es que se retome la tendencia de ralentización el año que viene”, ha asegurado durante la presentación del informe sobre la situación inmobiliaria en España.
Las previsiones de BBVA apuntan en la dirección de que la inversión residencial crezca a un ritmo del 7,6% en 2006, para que después empiece la desaceleración. Los determinantes del mercado continúan apuntando a una moderación suave del mercado. Escrivá afirmó que el deterioro de los indicadores de accesibilidad como consecuencia del incremento de los tipos de interés, en un contexto de desaceleración económica y de agotamiento de los impulsos extraordinarios de demanda, debería favorecer una vuelta a la senda de desaceleración ordenada del mercado que se venía observando desde finales de 2003.
La subida de tipos de interés contribuirá a contener la demanda, aunque el BBVA estima que la política monetaria del Banco Central Europeo tendrá un impacto gradual sobre las economías familiares. En opinión del responsable de estudios, los mayores tipos de interés sólo supondrán un incremento acumulado de 0,8% sobre la renta disponible.