El sol calienta las sienes de todos
Las declaraciones realizadas en Cataluña por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, no han dejado indiferente a nadie. No es para menos. Decir que esa nación -así quieren los catalanes que se les defina- sería, sin el PP,
un “régimen de pensamiento único” o pedir al mandatario español, José Luis Rodríguez Zapatero, que “pida perdón por el Gulag de Stalin” son dos afirmaciones fruto no de la elevada temperatura que está alcanzando la campaña del referéndum sobre el Estatuto de Cataluña sino del sol de verano que amenaza ya nuestras sienes. La de todos.
Aguirre ha conseguido ser portada en todos los medios de comunicación y dejar en la ciudadanía un mal sabor de boca sobre el trabajo de la clase política, que recurre en demasiadas ocasiones, para defender sus ideas y proyectos, a afirmaciones
y respuestas que dejan mucho que desear y muestran una clara predisposición a arremeter contra el otro basándose en la destrucción y/o aniquilación del contrincante.
El sol calienta las sienes y la boca de Aguirre, que se convirtió en protagonista ausente de las declaraciones semanales de los portavoces del PP, PSOE e IU.
Socialistas y miembros de la coalición están convencidos de que las frases altisonantes de la mandataria madrileña están pensadas para promocionarse y estar bien situada, dentro del PP, en el caso de que Mariano Rajoy pierda gas y el cargo de presidente nacional del partido.
El portavoz de IU, Fernando Marín, se mostró convencido de que “se le ha ido la bola” a la presidenta de la Comunidad de Madrid y la portavoz adjunta del Grupo Socialista, Ruth Porta, dijo que Aguirre aspira a competir con Angel Acebes para comprobar quién es más de extrema derecha. Como se puede comprobar todo se solventa tildando de fascista al que no piensa como uno.
El sol hace de las suyas y lleva a nuestros representantes políticos a sustituir el argumento por la diatriba y a rebatir ideas y proyectos con pataletas llamativas. La última reunión de la Junta de Portavoces de la Asamblea de Madrid sirvió a populares, socialistas e IU para soltar frases ingeniosas sobre las declaraciones de Aguirre y para repetir por enésima vez sus versiones sobre el informe realizado por el Colegio de Médicos tras analizar algunas sedaciones controvertidas llevadas a cabo a enfermos terminales en el Hospital Severo Ochoa de Leganés. Nadie se apea de la burra. A fin de cuentas, lo que llegará a los madrileños serán las palabras de sus representantes producto del sol veraniego.
Ahora entiendo por qué el periodo de sesiones de la Cámara regional se suspende durante más de tres meses, en la etapa estival.
Seguro que el Legislativo regional se cierra durante más de 90 días no para prevenir a sus señorías de insolaciones indeseadas, que
es un buen motivo, sino para que descansen después de sesiones agotadoras en las que en la mente del uno no está convencer al otro sino arrasarlo. Hay que reconocer que la descalificación agota en demasía.