La T4

La nueva terminal de Barajas, la T-4, ha sido elogiada unánimemente como un gran monumento arquitectónico, y con unas instalaciones avanzadas y modélicas en muchos sentidos. Que en sus comienzos hubiera desajustes, que se perdieran equipajes- se siguen perdiendo, pero ya en proporciones similares a los de otros aeropuertos- , que hubiera desorientación en los pasajeros por problemas de información...son fallos comprensibles en la puesta en marcha de un sistema tecnológicamente avanzado, pero que necesitaba un rodaje en la práctica.

Para los usuarios de la T-4, en su mayoría a través de la compañía Iberia, la terminal es más costosa, en tiempo y en dinero. Se tarda más en llegar, y si uno lo hace en taxi el contador sube por este motivo. Hay mucho espacio que recorrer, desde la entrada a la zona de embarque. Y hay que llegar con más de dos horas de antelación. Esto es una excesiva pérdida de tiempo. Muchos viajeros esperan anhelantes la entrada en funcionamiento del AVE a Cataluña y Levante, que se está prolongando mucho más de lo previsto y deseado.

Ahora las protestas surgen no de viajeros, sino de vecinos de las localidades cercanas al aeropuerto, a causa del ruido que producen los aviones, que durante el día es molesto y por la noche insoportable. Recientemente se han manifestado ante la terminal vecinos procedentes de más de veinte Municipios cercanos para que se limiten los niveles de ruido, se reduzcan los servicios aéreos durante el día, y se anulen los vuelos entre las diez de la noche y las siete de la mañana.

El problema es de difícil solución, aunque AENA estudie la implantación de nuevas maniobras de aproximación para reducir el impacto acústico y medioambiental, que se pondrán en práctica en los dos próximos años. En principio no parece suficiente, y mucho nos tememos que los habitantes de la zona van a seguir sufriendo molestias como tributo al aumento del tráfico aeroportuario madrileño, hasta que, en el futuro, se construya en Campo Real un nuevo aeropuerto, que tampoco creo que resuelva los ruidos en las zonas cercanas.