Bofill da forma al corazón cultural de Valladolid

El complejo acogerá, entre otras cosas, el auditorio de música clásica más grande de España, con capacidad para 2.200 espectadores, que se convertirá en la sede de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León. El recinto albergará también los conservatorios de música y danza, además de la Escuela Superior de Arte Dramático de Valladolid. Contará, además, con un auditorio de música de cámara con 494 butacas y un teatro experimental. Los distintos espacios se ubicarán en los tres edificios que conforman el complejo, separados entre sí para que las diferentes actividades que se desarrollarán en él puedan llevarse a cabo sin problemas de forma simultánea.

Las instalaciones se ubican en una zona en pleno desarrollo de la ciudad, por lo que el arquitecto catalán ha trabajado con una gran libertad y sin las limitaciones impuestas por un entorno determinado. El proyecto ocupa una superficie de 32.000 metros cuadrados, con una altura, de los diferentes edificios, de unos 18 metros El presupuesto previsto ronda los 36 millones de euros. El espacio libre entre los tres bloques ha sido concebido como un punto de encuentro entre las diferentes actividades que se llevarán a cabo en el recinto y entre los estudiantes que desarrollarán allí su andadura académica, además de ser un ámbito abierto al público en general. Albergará también algunos locales comerciales en los que se instalarán un restaurante y dos cafeterías.

La característica más significtiva de la creación de Bofill son los techos ondulados de los que ha dotado a las tres edificaciones principales. Por otra parte, el exterior de los tres bloques está acabado en cristal, confiriéndole a la obra un aspecto de modernidad.

Una de las mayores preocupaciones en la realización de la obra, ha sido garantizar una adecuada acústica y una buena visibilidad interior, pensando en las actividades culturales y educativas para las que se ha proyectado el complejo, que en 2007 estará ya plenamente operativo, aunque las primeras clases comenzarán a impartirse ya el próximo curso.

Nacida con la idea de unir las artes escénicas en sus vertientes culturales y educativas, la Villa Cultural de Prado se convertirá, sin duda, en uno de los centros de mayor actividad de la Comunidad Autónoma de Castilla y León, que estará más animado todavía gracias a la presencia de otros servicios culturales, como una biblioteca, videoteca y fonoteca de 660 metros cuadrados y una sala de exposiciones de 650 metros cuadrados.

La obra de Bofill podría convertirse en una nueva demostración de la importancia de un entorno arquitectónico adecuado para iniciar la revitalización social y cultural de una ciudad o para hacerla más atractiva en estos ámbitos. El Taller de Arquitectura de Ricardo Bofill ganó el concurso de ideas convocado por la Junta de Castilla y León en 2001 para establecer qué arquitectos se harían cargo del diseño del complejo Villa Cultural de Prado. Cinco años después, las obras están casi concluidas y, en apenas unos meses, el centro será una realidad arquitectónica constatable, y también una fuente de actividad social y cultural para la capital de la Comunidad.