CATALUÑA.- 12/05/2006 Vilanova proyecta construir 1.700 viviendas en segunda línea de mar
lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
El Ayuntamiento de la localidad barcelonesa de la Vilanova i la Geltrú está estudiando la posibilidad de recalificar 17 hectáreas de suelo agrícola en la zona de la Platja Llarga, en segunda línea de mar para poder construir 1.700 viviendas. A cambio se preservarían diez hectáreas de esta playa.
Los terrenos que se proponen preservar de la Platja Llarga constituyen una zona virgen situada en primera línea de mar y de un alto interés ecológico, mientras que los terrenos que se pretenden recalificar, en segunda línea de mar, están situados en la zona del Prat. Actualmente son agrícolas y se quieren convertir en urbanizables para construir un nuevo barrio de mil viviendas de renta libre y 700 de protección oficial.
De esta manera se compensaría a la promotora Subirats Balaguer, por su renuncia a edificar 259 viviendas y un hotel de lujo de cinco plantas en la Platja Llarga. La operación se cerraría con la cesión de los terrenos de Platja Llarga al Ayuntamiento, que los convertiría en no urbanizables y los integraría en un espacio natural protegido donde también incluiría el sector de Mas de l’Escarré.
A pesar de todo la propuesta de construir un nuevo barrio situado a tres kilómetros del centro del municipio de Vilanova ha provocado una dura discrepancia política. Uno de los socios del tripartito local, Esquerra Republicana ya ha anunciado que se opone. Su líder, Josep Tomás Alvaro asegura que “la proximidad del nuevo barrio con la Platja Llarga no permite que se cumplan los planes para preservarla”. El mismo se pregunta: “¿Alguien cree que podemos mantener una zona virgen a pocos metros de un barrio en el que vivirán cinco mil personas?”.
Por su parte, el jefe de la oposición, el convergente Esteve Orriols lo ha calificado de “operación especulativa de gran magnitud en la que participa el Gobierno de la Generalitat”. Orriols basa su crítica en el hecho de que desde el Gobierno Municipal no se ha facilitado ningún tipo de información “se ha llevado todo secretamente y ahora nos enteramos que el Incasol –organismo público dependiente de la Generalitat- estaba comprando suelo agrícola en la zona del Prat desde noviembre pasado, porque ellos ya sabian que aquí se haría un nuevo barrio”. Desde el Gobierno catalán aseguran que se trata de una “operación limpia, transparente, no especulativa y que tendrá un gran contenido ambiental y social”.