La sociedad pública Jaizkibia guiará la reordenación de Pasaia

La constitución de la sociedad Jaizkibia deberá servir como punto de partida para una regeneración que pretende cambiar por completo el carácter de una zona muy degradada pero con un gran futuro, tal y como ocurrió con la regeneración llevada a cabo en Bilbao por la sociedad Ría 2000. La Bahía de Pasaia no es Bilbao, evidentemente, pero muchos de sus problemas se asemejan a los de la capital vasca hace un par de décadas. Siguiendo los pasos de Bilbao Ría 2000, Jaizkibia se constituye como una sociedad anónima de la que forman parte todas las instituciones implicadas en la regeneración de la bahía. Así que estarán presentes el Gobierno central, el autonómico, la Diputación de Guipúzcoa y siete ayuntamientos: San Sebastián, Pasaia, Lezo, Errenteria, Oiartzun, Irun y Hondarribia.

Jaizkibia contará con un capital de cuatro millones de euros distribuidos a partes iguales entre la Administración General del Estado (25%), el Gobierno Vasco (25%), la Diputación (25%) y los ayuntamientos (el de Donostia con el 4%, al igual que los de Errenteria, Lezo, Pasaia e Irun, y los de Oiartzun y Hondarribia con el 2,5% cada uno). En 1992, Bilbao Ría 2000 se constituía con un capital de 1,8 millones de euros.

El Consejo de Administración de Jaizkibia estará formado por dieciséis miembros. El Gobierno Vasco, el central y la Diputación tendrán tres representantes cada uno, y cada Ayuntamiento uno. Este órgano, decidirá cuáles son las actuaciones a realizar en la zona, sin que influya en que las instituciones en él representadas puedan llevar a cabo otras iniciativas.

La financiación de Jaizkibia está aún por definir. En este aspecto, los responsables urbanísticos advierten de que la comparación entre Jaizkibia y Ría 2000 puede originar falsas expectativas. Koldo Azkoitia, diputado foral para la Ordenación Territorial, indica que “las circunstancias que rodean al desenvolvimiento de ambas sociedades son totalmente diferentes. La entidad vizcaína arrancó en un momento en el que las ayudas europeas eran superiores a las actuales y el Estado se mostraba más abierto al uso de su dominio portuario. Los objetivos sí son los mismos, regenerar un área industrial en declive”.

¿Desarrollos paralelos?
A casi nadie se le escapa, que en el caso de Bilbao, hubo un buque insignia que marcó su transformación. El Museo Guggenheim ejerció un poder de transformación casi impensable, y después de su construcción, todo parecía posible. En el modelo de Pasaia no ocurrirá exactamente lo mismo, de hecho, aunque está previsto construir un Museo Naval y el Museo Rabanne, el propio Azkoitia, señalaba que “no debemos creer que vamos a lograr el mismo efecto que con el Guggenheim”.

En Pasaia se centran buena parte de los proyectos en una zona concreta, la Herrera. El espacio portuario de Trintxerpe será el que albergue los dos museos mencionados además de un puerto deportivo y edificios varios, lo que lo convierte en pieza clave de la regeneración. Todavía no hay nada concreto, y de hecho el espacio está ocupado por instalaciones del puerto y pabellones industriales con concesiones en vigor.

El Diputado foral de Ordenación Urbana, Koldo Azkoitia, no tiene ninguna duda al afirmar que Jaizkibia será “el motor definitivo para la regeneración de Pasaia, al igual que Bilbao Ría 2000 lo fue para la capital vizcaína”. Confía además, en que la constitución de la sociedad se firme en el plazo de un mes.