Trasluz representará la edificación sostenible española
lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
Conseguir hacer el mejor uso del clima exterior en beneficio del clima interior”. Esa es la idea de la que han partido los arquitectos Emilio Miguel Mitre, nacido en Valladolid, y Carlos Expósito Mora, madrileño, para diseñar el edificio Trasluz, un inmueble bioclimático y modular que ha sido seleccionado por el Ministerio de Vivienda y el Consejo Superior de Arquitectos para representar a nuestro país en la Conferencia Internacional sobre Edificación Sostenible que se celebrará en septiembre del próximo año en Tokio y que está organizada por el Green Building Challenge y el Consejo Internacional para la Investigación y el Desarrollo en la Edificación y la Construcción (CIB).
Estos premios son conocidos como los ‘oscar’ de la arquitectura bioclimática.
El edificio Trasluz está situado en la calle Golfo de Salónica, 73, en el extremo norte de Arturo Soria, en Madrid, y se comenzó a construir en noviembre de 2000, encontrándose actualmente operativo. Cuenta con una superficie construida de 13.500 metros cuadrados, de los que 7.500 son oficinas y 6.000 corresponden a un aparcamiento subterráneo con 255 plazas.
Este inmueble está diseñado y construido para ahorrar el 40% de la energía que consume un edificio convencional. Además, la inversión para su construcción ha sido de 8,43 millones de euros, un coste bastante “contenido”, según Mitre. “Trasluz se podría entender como arquitectura razonable, ya que aprovecha, en la medida de lo posible, todas las tecnologías ahora disponibles, adaptándose al mismo tiempo a las condiciones de ubicación, orientación, climáticas y planes de ordenación urbana, todo al menor coste”, analiza este arquitecto.
Que el precio de la construcción fuese lo más bajo posible fue una de las exigencias principales de la promotora, ya que, hoy por hoy, para el comprador el factor coste prima por encima del hecho de que un edificio contamine lo menos posible.
Pero en este caso, Trasluz ha dado un paso más, ya que la contaminación también ha sido reducida antes de ser levantado, con un proceso de construcción ecológico, y después, pensando en disminuir los daños ambientales en el día que sea derruido. Se ha construido un edificio reciclable, donde los materiales de construcción empleados podrán ser reutilizados cuando se desmantele, de forma que su impacto ambiental será mínimo. “Trasluz viene a demostrar que es posible realizar edificios con una mejor respuesta térmica, energética y ambiental, dando más importancia a la concepción energética que a los asuntos de moda o a la imagen, sin renunciar a una estética muy cuidada”, dice Mitre.
Junto a este edificio, otros tres optarán a alguno de los galardones que concede la Green Building Challenge. El primero de ellos es la nueva sede del Centro Nacional de Energías Renovables (Cener), situado en Sarriguen, Navarra. También acudirán en representación de España un inmueble residencial ubicado en el Ensanche de Barcelona y un proyecto compuesto por dos edificios de viviendas y locales comerciales localizados en el barrio de San Cristóbal, en Madrid.
El Green Building Challenge es un proyecto de cooperación internacional entre numerosos países, que tiene por objeto el desarrollo de una metodología de evaluación del comportamiento energético y medioambiental de los edificios y que, por el momento, ha dado lugar a la celebración de tres conferencias mundiales sobre construcción sostenible, una en Vancouver, Canadá, en 1998, otra en Maastrich, Holanda, en 2000, y una tercera en Oslo, Noruega, en 2002. España forma parte del proyecto desde hace cuatro años.