El Gobierno gallego creará una bolsa de viviendas con el objetivo de poner en el mercado inmobiliario cerca de 3.700 pisos destinados al alquiler y que tendrán una parte de su renta subvencionada. La Xunta destinará 1,70 millones de euros para este fin, que beneficiará a las familias con rentas bajas o medias, que no tengan ingresos superiores a los 1.140 euros mensuales.
Marisa Prado
A Coruña
La Xunta de Galicia destinará un total de 1,70 millones de euros para subvencionar el alquiler de pisos a todas aquellas familias cuyos ingresos se encuentren dentro de lo que se considera una renta media o baja.
Para llevar a cabo esta iniciativa, que esperan comience a tomar forma con la salida al mercado de alrededor de un millar de viviendas durante este año, los responsables de la Consejería de Política Territorial se han puesto en contacto con representantes de los colegios de agentes de la propiedad y con los administradores de fincas para conseguir su colaboración en este plan.
La finalidad es conseguir que los destinatarios de las ayudas puedan destinar el 20% de su renta a abonar el coste que supone el alquiler de una de las 3.700 viviendas que tendrán una parte del mismo subvencionado a lo largo de los tres próximos años. En los casos en los que las familias no cuenten con unos ingresos mínimos, el Gobierno gallego podría subvencionar el pago de la mensualidad hasta en un 60%.
La iniciativa pretende ayudar a que todos cuenten con una vivienda digna, para lo cual habrá una serie de requisitos imprescindibles. Entre los requerimientos que se exigen es que la vivienda no tenga un alquiler superior a 450 euros y que las familias que se beneficiarán de las subvenciones no perciban ingresos que se encuentren por encima de los 1.140 euros mensuales.
Gracias a este plan, se pondrán en el mercado buena parte de las 214.000 viviendas abandonadas en toda Galicia, de las que casi la mitad, exactamente 100.000 pisos, se ubican en las siete grande ciudades gallegas. A pesar de lo ambicioso que resulta este proyecto, la salida de estos inmuebles sólo supone el 4% de las viviendas que están contabilizadas como vacías en las áreas urbanas.
La coordinación para solicitar estas subvenciones correrá a cargo del Instituto Gallego de Vivienda, organismo dependiente de la Xunta, que habilitará oficinas para este fin en cada una de las siete ciudades más grandes de la comunidad.
El proceso.- El sistema sigue una serie de pautas que se ponen en funcionamiento una vez que en las dependencias se recibe una llamada de una persona que esté interesada en alquilar una vivienda y que desea que la misma aparezca en la Bolsa de viviendas en alquiler. A continuación, se enviará un técnico que examine el piso para conocer de primera mano que cumple con las características de habitabilidad que permite que sea englobada dentro de los inmuebles que se encuentran en condiciones para ser alquilados.
Para facilitar la búsqueda de una casa a los interesados, esta bolsa de viviendas podrá consultarse a través de una página en Internet,
www.bolsa-alugueiro.xunta.es, un lugar en el que se podrá encontrar información general y fotografías de los pisos ofertados, así como aplicaciones que permiten una búsqueda rápida, teniendo en cuenta los diferentes criterios que el usuario introduzca. Además, se podrá concertar una visita al inmueble que se desee ver.
Una vez que el futuro inquilino se decide por una vivienda, se firma el contrato de arrendamiento en la oficina correspondiente, momento en el que se estipulará, entre otros datos, el número de cuenta en la que el nuevo ocupante deberá abonar la parte de la renta que le corresponde entre el 1 y el 7 de cada mes. Por su parte, el Gobierno gallego hará lo propio con la parte complementaria que le corresponde.
Otra de las finalidades de la creación de estas bolsas de viviendas es la de proporcionar una serie de garantías a los propietarios de las viviendas para que faciliten el alquiler de las mismas. Entre las medidas que se adoptarán se encuentra la contratación de un seguro gratuito, que cubrirá los daños estéticos, los producidos por incendios, robos o inundaciones, además de garantizar que el propietario cobrará los recibos de agua, luz, y gas, ya que la Xunta para estos casos responderá a través de un aval bancario.