el búho/ Lope de Aguirre
González y la Blanca Paloma

A veces la realidad es mucho más sorprendente que la propia imaginación. Cómo iba a pensar este búho que la decisión del Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón de abrir la posibilidad de que algunas zonas verdes se conviertan en viarios de entrada a ciertos edificios, y a la cual se va a oponer con sus alegaciones la portavoz socialista Esther Alonso, tiene como primer y más destacado beneficiario al propio Felipe González, según comentan portavoces del Gobierno local, un tanto alarmados por la trascendencia social de la noticia.
El concejal de Urbanismo, Gonzalo Aguado, nos aclara que el sentido de la modificación de las normas de urbanismo tienen un objetivo general “el beneficio del tráfico, dado que en algunos lugares hoy muy habitados, y que no lo estaban tanto cuando se hicieron los planes, hay que entrar por vías rápidas, con la consiguiente saturación”.
El caso afecta a una parte de La Finca, del promotor más conocido y poderoso de Pozuelo, José García Cereceda. Pero, y ahí está lo sorprendente, el asunto que ha provocado la medida y que más preocupa a los dirigentes es el acceso a una antigua y emblemática casa de Somosaguas, La Blanca Paloma, que pertenece también a Cereceda y que, curiosidades del destino, ocupa actualmente, por cesión de su dueño, Felipe González, ex presidente del gobierno, que tuvo que dejar hace tres años sus oficinas en la calle Gobelas, cuando Zapatero le reclamó las instalaciones, que costaban mucho dinero al partido.