Las cementeras españolas creen imposible cumplir con Kioto y mantener el PIB

Fernández afirmó que "es imposible reducir las emisiones de gases como CO2 a la atmósfera, al menos en los términos que exige el Protocolo de Kioto", ya que estos gases se producen "inevitablemente" durante el proceso de cocción del clínker (pasta inicial de la que se extrae el cemento).

También advirtió de que no existen tecnologías capaces de solventar este problema y que las únicas soluciones para no emitir estos gases serían "dejar de producir" o comprar derechos de emisión a otros países que no superen los límites establecidos. Sin embargo esta última opción se presenta "prácticamente inviable" en el sector cementero debido al alto coste de los derechos, explicó.

No obstante, Fernández apuntó que las cementeras pueden realizar su aportación a la lucha contra el cambio climático a través del reciclado de residuos, la incorporación de políticas de gestión de combustibles alternativos, la mejora de las infraestructuras en las fábricas y la introducción de nuevas tecnologías.

En este sentido, precisó que los combustibles alternativos utilizados en los hornos de clínker pueden proceder de los residuos generados por la sociedad, lo que reduce el impacto medioambiental puesto que evita el vertido de estos residuos y se produce un ahorro de combustibles fósiles no renovables (carbón y derivados del petróleo).

Además se disminuyen las emisiones globales (aunque no las de la industria cementera), en particular las de CO2, al sustituir combustibles fósiles por materiales que de otra forma hubieran sido incinerados o fermentados en vertederos, con sus correspondientes emisiones.

España es la primera potencia productora de cemento en Europa --con una producción en 2002 de 42,5 millones de toneladas--, seguida de Italia y Alemania, aunque en materia de infraestructuras aún se encuentra lejos de la media europea. Oficemen está formada por las cementeras Alfa, Cosmos, El Monte, Especiales de las Islas, Hispania, Molins Industrial, Portland, Cemex, Lafarge Asland, Lemona Industrial, Tudela Veguin, Sociedad de Cementos y Materiales de Construcción de Andalucía, Sociedad Financiera y Minera, y Uniland.

La Guía presentada por el Ministerio de Medio Ambiente pretende orientar a las empresas del sector cementero en la adopción y el cumplimiento de la Ley de Prevención y Control Integrados de la Contaminación (IPPC), publicada en 2001.

Se trata de la primera de una serie de Guías destinadas a facilitar la aplicación de esta norma; el siguiente sector en tener su manual en el mercado será el de los curtidos. Además están ya terminados los de refinado de petróleo e industria textil, y se está trabajando en otros sectores como el de la cerveza. Para este año el Ministerio pretende trabajar con el sector agroalimentario, de gran peso en España.

La Jefa del Area de Medio Ambiente Industrial del Ministerio, Carmen Canales, explicó que el objetivo de los manuales es alcanzar un elevado nivel de protección medioambiental. En la elaboración de los documentos, Canales destacó la colaboración y diálogo conseguidos con los sectores industriales afectados, y abogó por la transparencia informativa para la consecución de la normativa.

Señaló que han sido muchos los factores a tener en cuenta a la hora de realizar el estudio de las mejores técnicas, como las instalaciones de las empresas, su ubicación geográfica y el estado del ecosistema en ese área. También se han tenido en cuenta las emisiones y su impactos sobre la salud.

Las guías se dividen en seis capítulos en los que se describe la situación general del sector en España y respecto al mundo, los procesos técnicos aplicados, los niveles de emisión de las distintas industrias y las mejores técnicas disponibles, teniendo en cuenta los costes adicionales que supone su implante en las empresas y las condiciones locales de estas. Canales puntualizó que "no se trata sólo de dar a conocer tecnologías sino de promover sistemas de gestión ambiental".

En la elaboración de esta guía han colaborado la Generalitat de Cataluña, Oficemen (como representante del sector) y el Instituto Cerdá, encargado de valorar si lo decidido es compatible con el desarrollo medioambiental. Todos ellos han sido coordinados por el Ministerio de Medio Ambiente.

Los manuales estarán disponibles en soporte papel y electrónico, y también pueden consultarse en la página web del Ministerio de Medio Ambiente y en la página del Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes (Eper).