pasaba por allí/Olga Heras
Aguirre busca el apoyo de Rajoy
Esperanza Aguirre quiere construir un gobierno de Madrid que se acople bien a los nuevos aires que corren por el Partido Popular, con la designación de Mariano Rajoy como sucesor de Aznar, y que le ayude a frenar los impulsos de Gallardón de controlar los designios del partido en la región. Algunos de los nombres que la nueva presidenta había barajado en mayo, cuando todavía Rato y Mayor Oreja estaban en alza, se han caído de la lista y han aparecido otros que podrían estar más cerca del nuevo líder del PP. Esto explica los días de reflexión que ha pedido Aguirre antes de hacer pública la lista de los “ministrables”.
El ex presidente, Ruiz-Gallardón, no ve con buenos ojos la inclusión de algunos de sus ex consejeros: Luis Eduardo Cortés, Antonio Beteta, Luis Peral e Ignacio Echániz, aunque los tres primeros aparecen en casi todas las quinielas. Juan José Güemes, otro de los probables, es un hombre muy cercano a Rato, y Concepción Dancausa, que podría seguir como presidenta de la Asamblea, es íntima amiga de Ana Botella.
Pero el nuevo escenario que se ha dibujado en Madrid incidirá, al igual que en el resto de formaciones, en el devenir interno del PP. Es previsible que en los próximos días se produzca la dimisión de Ricardo Romero de Tejada como secretario general de los populares madrileños, baja que para Rodrigo Rato supone perder a uno de sus hombres más significativos en el control de Madrid.
El papel que ha jugado hasta el momento Romero de Tejada, en el que ha sido el interlocutor de Rato con los municipios, bien podría ser asumido por Juan José Güemes, cuyo papel en el gobierno autonómico de Aguirre ha potenciado directamente el ministro de Economía.
Pío García Escudero, Alberto Ruiz-Gallardón y el propio Rajoy van a jugar en los próximos meses a ganar “territorio” en la Comunidad, aunque, como en el resto de formaciones, no es probable que se produzcan grandes cambios en la dirección regional hasta que se celebren las elecciones de marzo. Uno de los hechos más significativo del ejecutivo de Aguirre puede ser la articulación del mismo en torno a dos vicepresidencias de gobierno, que podrían convertirse incluso en tres, si la futura inquilina de la Real Casa de Correos finalmente decide dar un significado protagonismo al ámbito económico regional, tal y como se le reclama desde determinados ámbitos.
Ignacio González, actual secretario de Estado para la Inmigración y hombre de absoluta confianza de Aguirre, parece haber dado ya un sí definitivo a la propuesta de la ex ministra de Cultura y pasará a ocupar la primera de estas vicepresidencias, cuyo carácter es fundamentalmente político. La segunda de ellas estaría reservada para asuntos de Justicia e Interior, tal y como se comprometió la candidata popular en la campaña, aunque la identidad de su titular está mucho menos clara. Si en un primer momento se pensó en Alfredo Prada Presa, actual vicepresidente del Senado y autor del proyecto de las brigadas de seguridad anunciadas por Aguirre, su postulación ha perdido fuerza en los últimos días, debido a las continuas críticas vertidas sobre su vinculación juvenil con Fuerza Nueva, algo que en su momento también hizo que quedara excluido del gobierno de Ruiz-Gallardón.
De constituirse una tercera vicepresidencia, no se descarta que sea Luis Eduardo Cortés quien se sitúe al frente de ella. Aguirre compensaría así al ex consejero de Obras Públicas, no sólo por haber llevado todo el peso de las reuniones con socialistas e IU en los últimos meses, sino, también, por el recorte en sus anteriores competencias, ya que en el nuevo ejecutivo previsiblemente detentará la Consejería de Infraestructuras y Transportes.
Hombre fuerte también en el equipo de Aguirre será, con toda probabilidad, el actual alcalde de Valdemoro, Francisco Granados, cuyo nombre puja con fuerza para ocupar la Consejería de Urbanismo, Vivienda y Medio Ambiente. Una importante área, que sería reforzada con la presencia de Fernando Nasarre, actual director de la Vivienda del Ministerio de Fomento, en calidad de viceconsejero de la misma.
Pocas dudas también sobre el destino de Beatriz Elorriaga, llamada a ser consejera de Asuntos Sociales, o sobre la responsabilidad que asumiría Antonio Beteta en la Consejería de Hacienda.
No exento de cierta polémica, Juan José Güemes, hombre muy vinculado a Rodrigo Rato, será nombrado con toda probabilidad consejero de Economía, pese a que los sectores económicos de la Comunidad, CEIM y Cámara de Madrid, insistan en postular para este cargo a Miguel Garrido, anterior viceconsejero económico.
Luis Peral, a quien se da por seguro como integrante del nuevo ejecutivo, se encuentra en una situación de ambivalencia que bien podría conducirle a la Consejería de Trabajo, de la que ya fue titular, o bien a una de las áreas claves de esta legislatura, la Consejería de Sanidad, a cuya gestión ha vinculado Aguirre su futuro político.