Martinsa-Fadesa negocia refinanciar su deuda
lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
La empresa que dirige Fernando Martín ha reconocido como hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que "está trabajando con los principales acreedores financieros para plantear un plan de reestructuración de la deuda concursal y equilibrar su situación patrimonial, así como en la transformación de una cantidad de créditos en préstamos participativos".
La inmobiliaria admite al mismo tiempo que, "una vez se hayan formulado las cuentas relativas al cierre del ejercicio de 2013, transformados los créditos en participativos y aprobado el plan de reestructuración por los principales acreedores, podría plantearse la solicitud del levantamiento de la cotización". La compañía está suspendida en bolsa desde 2008.
Tal como adelantó El Confidencial el pasado 10 de febrero, el presidente de la compañía, Fernando Martín, ha abierto un nuevo proceso con los 17 bancos acreedores para reformular la estructura de sus compromisos financieros. En este contexto, el empresario quiere arrancar un nuevo compromiso de sus acreedores, como ya hizo para conseguir el convenio de alguna quita/capitalización sobre los 3.600 millones de euros de deuda bancaria.
Martinsa-Fadesa juega con la baza de tener poco que perder. Cinco años después de declararse en concurso de acreedores (julio 2008), la inmobiliaria presidida por Martín consiguió salir adelante en 2011 gracias a la firma de un convenio de acreedores a diez años vista. Sin embargo, hace unas semanas se acogió al mecanismo corrector que le permite no abonar un pago de deuda (36 millones de euros, equivalente al 1%) sin incumplir el convenio como posible medida de presión.
Fernando Martín -tal y como señalaba Carlos Hernanz en El Confidencial hace unos dias- lleva desde el pasado verano trabajando en un nuevo plan para refundar Martinsa-Fadesa. Es el enésimo intento. Ahora puede que falten sólo dos meses para que todo termine. El 31 de marzo es la fecha límite (resultados de 2013) para acabar con el susto o elegir muerte, todo depende del resultado que obtenga el empresario de los 17 bancos acreedores (representan el 60% de la deuda), a los que propone una solución definitiva que contemple una quita y capitalización de deuda.
Como todos los grandes deudores, Martinsa-Fadesa juega con la baza de tener ya muy poco que perder. Cinco años después de declararse en concurso de acreedores (julio 2008), la inmobiliaria presidida por Fernando Martín consiguió salir adelante en 2011 gracias a la firma de un convenio de acreedores a diez años vista. Sin embargo, hace sólo dos semanas, se acogió al mecanismo corrector que le permite no abonar un pago de deuda (36 millones de euros, equivalente al 1%) sin incumplir el convenio.
En el contexto de la negociación, la decisión parece un intento de presión por parte de Martinsa-Fadesa más que un síntoma extraordinario de tensiones de liquidez, algo propio de una compañía que arroja pérdidas operativas cada trimestre. Sobre todo si se tiene en cuenta que la filial francesa de la inmobiliaria (FRG) acaba de vender un edificio de oficinas en París, alquilado a Carrefour (80.000 metros cuadrados), por el que ha obtenido, junto a su socio Colony Capital, cerca de 350 millones de euros.
Antes de entregar el dinero, Fernando Martín quiere arrancar un nuevo compromiso de sus acreedores, como ya hizo para conseguir el convenio. El empresario vallisoletano espera que el grueso de deuda bancaria (3.600 millones de euros) acepte alguna de las fórmulas de quita/capitalización planteadas, ya que todo cuelga sobre la compañía, no sobre activos concretos que permitan su ejecución como garantía. Esa dificultad de trocear la inmobiliaria por partes hace que la solución tenga que ser global.
El expresidente del Real Madrid pretende adelantarse a los acontecimientos, antes de tener que cumplir a finales de 2014 con el pago del 12% de la deuda, según fija el calendario del convenio. En los próximos dos meses, las entidades acreedoras, con Bankia a la cabeza, deberán aceptar alguna de las soluciones propuestas por Fernando Martín o asumir el riesgo de que la compañía, con un déficit de patrimonio de casi 4.000 millones, entre en causa de disolución y liquidación ordenada.
El empeño por sacar adelante Martinsa-Fadesa puede tener los días contados en caso de falta de acuerdo. Por el camino, Fernando Martín ha conseguido seguir al frente de la inmobiliaria mientras resolvía su situación patrimonial (llevó a concurso sus ocho sociedades personales) y mantener con vida su pleito contra Manuel Jove, a quien compró Fadesa en septiembre de 2006 por 4.000 millones de euros, a la espera del Tribunal Supremo. El primer caído de la burbuja inmobiliaria apura sus bazas.
A comienzos de febrero los hijos del empresario han renunciado a sus puestos como consejeros de la inmobiliaria Martinsa-Fadesa. En concreto, la firma FT Castellana Consultores Inmobiliarios, que ocupa un puesto en el consejo de Martinsa, informó del cese de su representante físico, Javier Martín del Agua, quien ha trasladado su domicilio fuera de España por motivos profesionales.
De igual forma, Fernando Martín del Agua ha dimitido como vocal del consejo de la inmobiliaria por "los mismos motivos" y porque sus "compromisos laborales le impiden compaginar de una forma adecuada las labores de consejero", según detalló Martinsa Fadesa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La compañía informó de estas dos renuncias una semana después de que notificara que no ha abonado el tercer pago anual de deuda previsto en el convenio de acreedores con el que en marzo de 2011 el grupo inmobiliario logró emerger del mayor concurso de acreedores de la historia.