Dos de las grandes constructoras españolas están pasando serías dificultades financieras en sus filiales de centroeuropa. Tanto ACS como FCC ven como las inversiones millonarias que hicieron en la alemana Hotchief y en la austriaca Alpine se han derrumbado en su valoración y en los resultados anuales de ambas, y les están obligando a mantener un elevado endeudamiento o a ampliar capital para mantener el valor de las compañías. El holding que preside Florentino Pérez ha tenido en estos últimos meses que renovar varios de los créditos solicitados para comprar las acciones de la empresa alemana, por un lado, y las participaciones en Iberdrola dentro de la larga pelea que mantiene con el presidente de la eléctrica, Sánchez Galán, por el control de la misma y su representación en el Consejo de Administración.
En esa línea ha tenido que recurrir a la garantía de una de sus filiales, la empresa de ingeniería Cobra para que mantengan su respaldo garantizando la renovación hasta julio del 2015 de un préstamo sindicado de 1.430 millones de euros, que parten de uno inicial de 1.500 que pidió a la antigua Caja Madrid en 2005 y en el que hoy aparecen hasta 32 entidades financieras, entre las que se encuentran los principales bancos del país, desde el Santander, el BBVA y Caixabank hasta el Popular y el Sabadell.
Al mismo tiempo ha tenido que hacer lo mismo con otro crédito sindicado en la filial Urbaser, por 500 millones, pero dónde las dificultades se acrecientan dentro del sector de la construcción es en la alemana Hotchief, en la que ACS acumula una minusvalías latentes por casi mil quinientos millones de euros, tras la caída de la acción hasta la mitad de lo que la constructora española pagó en su momento. Si miramos la empresa de Esther Koplowitz y la situación de su "cabecera" en centroeuropa de cara a los mercados de esa zona, vemos que Alpìne, quer es la segunda mayor compañía austriaca, con una facturación anual superior a los 3.000 millones de euros y 14.000 empleados, necesita 50 millones con caracter urgente para hacer frente a los ven cimientos de una deuda de 600 millones, y que le está afectando a la emisión de los bonos emitidos en su nombre por FCC.
Tanto Alpine, con pérdidas de 260 millones de euros, como Hotchief han servido a las dos empresas españolas para internacionalizar su actividad, tanto en los mercados del este de Europa como en Australia, mejorando hasta ahora sus cuentas de resultados, pero la caída de ingresos y el alto apalancamiento en las compras accionariales del cien por cien y del 50 por cien de las respectivas compañías les han llevado a la situación actual, que vuelve a colocar a dos de nuestras grandes constructoras en "manos" de los bancos acreedores.