Europa quiere utilizar el mismo virus que destruyó la economía para volver a crecer
lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
En la reunión de presidentes a finales de junio se quiere lanzar la Agenda del Crecimiento basada en la utilización de instrumentos financieros para tecnología e infraestructuras
Convencidos por fin de que solo con recortes y exigencias fiscales no se saldrá de la crisis, los líderes europeos con Angela Merkel a la cabeza están dispuestos a utilizar el Banco Europeo de Inversiones, por un lado, y la " imaginación financiera" por otro, para reactivar la economía de toda la eurozona y sobre todo la de los grandes países más débiles, como España, Italia y el triángulo del Benelux.
El mismo virus que atacó al sistema financiero mundial con los derivados emitidos de forma masiva por los bancos de inversión, se quiere utilizar ahora para lo contrario, para intentar la recuperación de las economías más afectadas por la importancia del sector inmobiliario en sus balances nacionales y en el de sus empresas. A España le vendría este cambio de mentalidad como el bálsamo de Fierabras a nuestro don Quijote, ya que o se consigue la reactivación del consumo interno y la salida del stock de viviendas en posesión de los bancos o tendremos crisis hasta el pesimista año 2020 que pronosticaban desde Funcas.
Una buena parte de responsabidad en este cambio de actitud por parte de Alemania la tienen las elecciones francesas y la mas que seria posibilidad de que sea el socialdemócrata Hollande el nuevo compañero de la canciller alemana, ya que es impensable al margen de las ideologías que desde España con Rajoy o desde Italia con Monti se pueda ofrecer otra alternativa de compartir liderazgo. Y al lado de los nombres están los datos. Para empezar los 200.000 millones de euros que se quieren colocar desde la aportación de los estados y de los fondos de inversión para que haya liquidez en el sistema y que esta llegue a las empresas.
En España, mientras los sindicatos y la oposición de izquierdas se movilizan por el empleo en el 1 de mayo, Mariano Rajoy y su equipo sigue apostando por las reformas, " una cada viernes de Consejo de Ministros" y por el doble lenguaje para enmascarar las subidas de impuestos, el último caso el de Cristóbal Montoro respecto al controvertido IVA de 2013, que pasa a llamarse " ponderación de impuestos" siguiendo la estela de Luis de Guindos y de la propia vicepresidenta del Gabinete.
El control del gasto publico es una exigencia irrenunciable, como lo es la armonización fiscal, pero o se suavizan los objetivos de déficit en los países para volver al máximo del 3 por ciento, o la recesión se alargará y pondrá en peligro hasta la propia existencia del euro tal y como la conocemos hasta ahora.
Tal vez por ese intento de sumar más y mas reformas a la agenda de los primeros meses, desde Moncloa han lanzado el globo sonda de no realizar el debate del estado de la nación en junio y dejarlo para la vuelta de las vacaciones, algo que no hace ni pizca de gracia a Pérez Rubalcaba y al resto de la oposición, empeñados en demostr