La compañía devconstrucción y servicios abrió la segunda de ellas al anunciar que presentará un recurso contra la decisión de la Comisión de Competencia de obligarle a vender el aeródromo de Stansted, en Londres, porque aprecia una posición de dominio de Ferrovial en los aeropuertos del país. También debería deshacerse de uno de los dos escoceses que tiene, Glasgow o Edimburgo, probablemente el primero.
En su batería de argumentos, la empresa de la familia Del Pino señala que no es "necesario o apropiado exigir a BAA [la filial británica de Ferrovial] la venta de Stansted", como avanzó ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores. La compañía rebate la decisión de Competencia porque estima que han cambiado las circunstancias desde que este organismo resolvió la venta forzosa de aeropuertos en 2009. Y así lo expondrá en su recurso ante el Tribunal de Apelaciones de Competencia, ante el que ya ha perdido la primera guerra.
No es usual en Reino Unido que se reabra un litigio sobre la misma cuestión ante Competencia. Pero Ferrovial se ve forzada a intentarlo porque, en las actuales circunstancias del mercado en el que todo lo que lleva la marca España está de capa caída, vendería mal Stansted. Peor que el aeropuerto de Gatwick, del que se deshizo en 2009 con fuertes minusvalías previendo que Competencia le iba a obligar a venderlo.
Ferrovial es la constructora española más endeudada (22.000 millones), debido a la compra de BAA, que le ha provocado tres años de pérdidas desde 2007. En 2010, atajó los números rojos gracias a ventas de activos.