Martinsa Fadesa apuesta por la internacionalización
Fernando Martín defiende que la inmobiliaria es un negocio "vivo, perdurable y solvente"
lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
30/06/2011.- Martinsa Fadesa mantendrá su apuesta por la expansión internacional después de superar el concurso de acreedores, según aseguró su presidente, Fernando Martín, quien defendió que la inmobiliaria es "hoy más que nunca" un negocio "vivo, perdurable y solvente". "Es una compañía que no se conforma con sentarse a admirar todo lo logrado, aun siendo mucho y valioso, porque ha de jugar un papel protagonista y actuar como locomotora del sector inmobiliario", declaró su presidente ante la junta de accionistas.
Una vez superado el concurso, Martín ratificó su objetivo de trabajar por cumplir las condiciones y plazos de pago de deuda fijados en el convenio con los acreedores y de mantener una política de "prudencia" que evite "prácticas comerciales arriesgadas". "La sociedad mantendrá el máximo rigor sin imprudencias", añadió.
En cuanto a la internacionalización, aseguró que tiene la vista puesta en el potencial que presentan mercados como México y Marruecos.
La junta de Martinsa aprobó un cambio en sus estatutos para poder trasladar la celebración de junta de accionistas desde A Coruña hasta Madrid o cualquier otro lugar. Asimismo, ratificó el nombramiento de cuatro nuevos consejeros, entre ellos Juan Carlos Rodríguez Cebrián, con lo que el número de miembros del consejo de administración queda fijado en once.
Esta ampliación del máximo órgano de gestión no supondrá un coste adicional, dado que, según aseguró Martín, las retribuciones al consejo se mantendrán congeladas en 2011.
En su discurso ante la junta de accionistas, la primera tras superar el concurso, Fernando Martín repasó el "complejo e incierto" contexto económico actual, y el "duro revés" que los primeros meses de este año han supuesto para el sector, con una bajada del 30% en la venta de viviendas. "Ante esta situación, nada es peor que no reconocer los problemas y buscar confortables excusas para no hacer los sacrificios necesarios", ha dicho el presidente de Martinsa. Por ello, apuntó a la "necesidad de que el sector inmobiliario recupere su imagen", tras la "demonización" a la que fue sometido con la crisis. Para ello, hace falta "credibilidad y confianza".
Fernando Martín augura que "el pulso del sector inmobiliario continuará muy bajo" y sufrirá las consecuencias de las restricciones de crédito a empresas y familias. "No hay recetas mágicas para la recuperación del sector inmobiliario", ha dicho Martín, quien ha reclamado reparar la imagen de la actividad constructora, sector que, junto al turismo, considera "básica" para superar la crisis, algo que ha manifestado esperar que suceda en 2012. Así, recomendó buscar fórmulas para mejorar el acceso a la vivienda y "adecuar oferta y demanda", pues, en su opinión, hay zonas de España en las que hay necesidad de casas y "ahí hay que centrar las promociones". También ha llamado a una "colaboración" real de la Administración y ha destacado la necesidad de acometer reformas en el mercado laboral y de que el Gobierno pacte con los partidos políticos y los agentes sociales en este ámbito y para fijar techos de gasto y límites de déficit a las comunidades. Asimismo, ha considerado "imprescindible" una "profunda reforma" del sistema financiero, cuyos problemas "distan mucho de estar superados".
Fernando Martín hizo también referencia al informe del Juzgado de lo Mercantil número 1 de A Coruña, que consideró que los concursos de acreedores presentados por Martinsa fueron fortuitos. "Deja muy claro que la entrada en concurso se derivó de causas externas", ha afirmado y ha agregado que "pone en evidencia a quienes aprovecharon" el momento para "descalificar" a la empresa.
Los 11 concursos presentados están resueltos "todos favorablemente", ha subrayado y ha indicado que los dos recursos presentados contra el auto de levantamiento de la suspensión de pagos emitido por el juez el pasado 11 de marzo, que corresponden a dos bancos extranjeros. En cualquier caso ha minimizado su trascendencia: "son dos de 6.000 acreedores".