José Luis Marcos
Rol de actores y figurantes en la madre de todas las crisis
Consejero delegado de Proel Consultores
Inmobiliariamente hablando lo que se produce en España a partir de 1996/1997, es una explosión de la demanda, al abrigo de bajos tipos de interés y seguridad confortable en las rentas futuras.
Nuestra cultura inmobiliaria hoy, es ser propietarios de la casa en que se vive. Al calor de los buenos tiempos se compran viviendas de segunda residencia y, al menos, un 15% de las ventas de esos años tienen la vitola de inversión, ya sea especulativa, buscando una rentabilidad o pensando en la prole... Todo esto hace que el sector promotor y por ende constructor se transforme en locomotora de la economía, generando PIB, empleo, impuestos, ingresos recurrentes para las administraciones vía ventas de suelo. El sector es el baricentro del bienestar económico la nación.
El promotor da el do de pecho y es capaz de atender en tiempo y forma el "tsunami" de la demanda. El nuestro es un sector no blindado, sin apenas, barreras de entrada, solo un porcentaje menor del 10% cotiza en bolsa y el resto es un cajón "de sastre" de empresas de características muy variadas. En momentos de auge como los que se vivieron aparecen los recién llegados y nuevos en esta plaza, faltos de ´´expertise´´ ya que este se adquiere en la calle, salvo los profesionales técnicos el resto de actuarios no tiene un sitio especifico donde formarse, más que en la dura realidad del día a día.
Somos poco asociativos, insolidarios con nosotros mismos, con una clara tendencia al oscurantismo, poco amigos de la transparencia y así nos va… sobre todo en momentos en que las cañas se tornan lanzas, como ahora…
Ante el tirón de la demanda el censo de promotoras se incrementa como las setas después de la lluvia y mientras la demanda sigue turgente las cosas funcionan, aunque con desajustes (v.gr: incremento de los precios, carencia de suelos, falta de mano de obra cualificada, ni un estudio de la demanda, poca precisión de cara a un futuro presumiblemente incierto). Pero por lo menos es un sector que trabaja duro, se juega su dinero, más el que le prestan y asume todo tipo de riesgos y contingencias creando valor añadido para sí y la sociedad en que vive.
En todo este proceso, la banca ha actuado como multiplicador para que la dinamita estalle. Facilidad de crédito, financiaciones de suelo al 116% (=IVA incluido). Originan una larga carrera para tomar posiciones en un mercado en el que no se piensa que las cosas puedan ir a peor. Es como si la curva de una campana de Gauss se fuese a mantener siempre en la curtosis. Sin su ayuda esta situación del sector no se habría presentado nunca. Fue como un soplo de aire vivifico sobre el incendio que se ha declarado ahora, pero, estos tienen suerte, trabajan con red, y las últimas decisiones estatales son un magnífico salvavidas para los que han cometido errores, que de esta forma tienen remedio y no pasara nada grave. Veremos…
Lo que no es sostenible a nivel mundial es que en el crecimiento que el mundo real suba 5% y el financiero un 20%. Todos vamos a sufrir, pero la banca mucho menos. Y eso que tenemos un sistema bancario ágil y competitivo. Pero los hechos son así, sin su apoyo, la actual situación no se habría producido y esto ''per se'' no es ni bueno ni malo, es un hecho real, sin duda, bien intencionados, se equivocaron. Han sido uno más que de los que pensaron que la bonanza iba a durar tiempo pero, las cosas no son así. Si cabe las cajas, (algunas), dieron un paso más adelante, además de financiar, se hicieron socias de promotores y eso ya fue la de debacle… pusieron dinero no como prestamistas sino como negociantes y a algunas les ha pillado el toro hasta las mismísimos.
Esa es la situación de nuestro sector financiero, actualmente ´´pillado´´ en un marasmo de impagos, haciendo lo que sea para que no entren en mora, y además obligado a devolver unos dineros captados en mercados exteriores para poder prestarlos, con lo cual, independientemente de lo que les presten, no van a prestar más, como mucho van a renovar lo que tienen prestado, y eso, ya sería algo. Y eso es lo que hay hasta que las aguas se serenen. Para el 2009, financiación, para lo que sea, muy poca.
En el tema inmobiliario, la Administración ha sido el fulminato de Mercurio que activa la carga de las granadas. Ha tomado el suelo, materia prima del negocio, como fuente de ingresos para financiar el gasto y la inversión. Ha ´´calentado´´ el mercado de la materia prima más allá de lo razonable. Se trataba de que hubiera poco suelo apto, para poder vender los suelos estatales cuanto más caros mejor. Los suelos de los aprovechamientos municipales, los de diversos ministerios, RENFE, La Sepí, etc., en pública subasta y cuanto más caros mejor para incrementar los recursos del estado sin incrementar la presión fiscal. Estas subastas marcaran precio y mercado en sus zonas de influencia. Los propietarios privados esperan las subastas para fijar precio de venta y cliente el número dos y, siguientes de la lista. No ha habido política de moderación y realidad sino una espiral loca que obliga al sector promotor a comprar su materia prima cada vez más cara. Jugándose el tipo como un torero con la femoral más cerca de los pitones. Ahí está la base de la escalada de los precios de la vivienda. No ha sido el promotor el que se ha llevado la plusvalía de los suelos, sino los afortunados propietarios,…''et ante ommes'' la administración de diferentes pelajes, sacando dinero, mucho, de los suelos, sin importarle un sector que era gran aportador, ni sus administrados, auténticos paganos de la movida de ´´los suelos locos''.
No se han sabido regular los impuestos, poner un poco de sensatez, ha visto las ''pesetas'' y se ha olvidado de los ''duros'' y de esos lodos que nos anegan y nos pueden arrasar.
Y con los bancos de negocios ha sido rizar el rizo, transformar en apunte vendible lo que era elucubración febril, hipotecas locas vendidas con triple AAA y vitola de tronío (v.gr. Lehman Brothers) un ´´pufo'' bestial. Como en mi deporte favorito, el ciclismo, la realidad de los drogodependientes va por delante de los medios de detectarlo. Y en eso el Banco de España, ha sido proactivo y ha evitado meter a nuestro país en mayores berenjenales, por una política de control modélica gestada en pasadas crisis. Y eso que cualquier hipoteca de familia española que pierden sus empleos se transforma en ´´subprime´´ y eso no hay quien lo remedie. Y de estos simpáticos enajenadores de sueños nos quedan pesadillas por vivir: titulizaciones de tarjetas de crédito, etc.
En una línea, es un contra Dios que economía real y crezca un 5% interanual real y la economía financiera un 20%. Eso no es real, pertenece al mundo de la ensoñación, negociado de ''delirium tremens'' y sus secuelas.
En definitiva hace falta parar, sentarse sobre los problemas y buscar soluciones imaginativas, asumiendo y aceptando que los tiempos que vivimos en el pasado no van a volver nunca más. Pero tenemos que salir del pozo, siempre que ha llovido ha escampado y ahora lo hará también. Cuando las tropas de Napoleón, acabaron con el estado, español, las colonias americanas tardaron no menos de seis meses de enterarse de la magnitud del desastre, hoy la mayor incongruencia vía medios, internet, etc., es ´´vox populi'' en cuestión de horas. Nuestro sector ha sido blanco de befas, mofas desde hace mucho, no tenemos buena prensa, no hemos sabido exponer nuestra realidad al común de los mortales, estamos divididos (G14), y se nos supone con cuernos, pezuñas de cabra y rabo en la región del coxis. Nuestras patronales son patéticas más dispuestas en bailar el agua al político de turno antes que cantar las verdades del barquero y llamar a las cosas por su nombre, temerosas, huidizas, parecen cervatillos. En mitad de una horda de carnívoros.
Éramos un porcentaje superior a dos dígitos del empleo y del PIB, ahora estamos en caída libre, que continuara un tiempo, hay que chocar con el fondo, hacer control de daños y el que pueda, continuar, en un universo nacional más pequeño y con un motor de menor cubicaje. Y eso no tiene solución. Las cosas han cambiado drásticamente y hay que aceptarlo.
Y en cuanto al Gobierno y la oposición esto ya es de nota. Nunca, en situación tan apurada, hubo un plantel más selecto de ´´diletantes´´ al servicio de la nación. No saben de dónde vienen, no saben a dónde van y encima le echan la culpa a otros. Absolutamente nada que hacer por aquí, no hay ideas, no hay liderazgo y a remolque de decisiones de otros. Un desastre.
Un ministerio (Vivienda) sobre competencias transferidas, un universo de normas en cada comunidad, lo que en un sitio es viable en otro es un desastre. La tradición hispana de las taifas en su más pura y nítida versión. En tiempo de prueba como los actuales hace falta unidad de mando, un solo timonel y un objetivo claro, distinto y explicito y lo que hay es una merienda de negros, (con perdón), que no ayuda en momentos de tribulación en los que haría falta sumar y salvar el empleo, que vale para todo y es un problema social que en el 2009 va a ser dramático.
Porque la crisis no es del sector inmobiliario es global y sistémica no hay posibilidad de financiación y si el dinero no fluye, morimos de inanición y es lo que está pasando.
Las inyecciones de liquidez no llegan al sistema, si acaso se renovarán créditos, pero hoy ni a los compradores de vivienda protegida se les concede la dicha de la subrogación hipotecaria. Con estas condiciones crediticias es muy difícil continuar vivo, que es de lo que se trata. Hay que olvidarse de los beneficios y pensar en hacer caja para aguantar el tirón que durara no menos de dos años y que van a dejar el país como un ´´chandrio´´ que dirían en Navarra.
Nuestro modelo de crecimiento económico está basado en el inmobiliario y la construcción. Lo cual que está muy bien, pero hay que pensar en otras cosas, incrementar la productividad y potenciar el consumo. La maquinaria se ha gripado, y un motor así, es mucho mejor cambiarlo, pero ni en ello estamos, estamos en el mundo de la palabra inane y mientras bajando la afiliación a la SS, la recolecta de impuestos e incrementándose, a ritmo de 150,000 (mes) el número de parados. En definitiva, hay que contarle a la gente la verdad y buscar soluciones y medidas ilusionantes y tener claro que juntos podemos, y ahí, la carencia de liderazgo, se nota. En un contexto de recesión económica y de falta de confianza en el futuro, hacen falta líderes que sean capaces de transmitir ilusión y seguridad. Y de eso andamos escasos.
Construcción e inmobiliario, auténticos animadores del PIB y la creación de valor añadido de los últimos diez años están ahora en caída libre. Su pérdida de valor en los próximos semestres, va a ser un hecho cierto. Lo peor es que no hay una actividad que tome el relevo, esos ´´deberes´´ no los hemos hecho y lo vamos a pagar en el inmediato futuro. Estas cosas no se improvisan hacen falta: ciencia, criterio, capacidad de liderazgo, y en esos ingredientes somos un yermo intelectual, así pues es más que probable que las cosas nos vayan mal.
Los tiempos que nos quedan van a ser más duros para todos los que desarrollamos nuestra actividad en el inmobiliario. Todos tenemos fecha de caducidad. Si esto dura un par de años el sector puede quedar como un campo de agramante. Puede desaparecer más que 80% del sector. Con su reguero de coste social, paro y todas las consecuencias nefastas de la falta de actividad. El hecho cierto es que, hoy, solo hay oscuridad dentro del túnel y la situación sectorial es calamitosa. Somos una flotilla de aviones con diferentes capacidades en los depósitos de combustible, unos lo tienen en la reserva, otros casi lleno, pero todos con fecha de caducidad. Si esto dura mucho nos vamos a extinguir como los dinosaurios o los mamuts.
El sector se va a reducir notablemente y vamos a purgar con creces nuestros errores y falta de previsión.
Pero los desarrollos de suelos están parados, muchas me parecen más de un millón de viviendas sin vender, seguramente son bastantes menos. Cuando el mercado tire de nuevo, va a faltar producto, de lo que se trata es de aguantar hasta que escampe y la travesía va a ser larga y muy dura porque endeudados, sin ingresos y sin créditos no se puede sobrevivir.
El sector va a sufrir una contracción destructiva y rápida, las cosas no van a ser nunca más lo que fueron. Porque además, la situación no afecta solo el sector interior, ocurre lo mismo en el exterior, no hay crédito, la demanda sestea y la preocupación por el futuro es global y una de sus consecuencias es que no se vende. La situación no se puede mantener mucho tiempo, la caja es una prioridad sobre la cuenta de resultados, se trata de sobrevivir hasta que termine esta atroz travesía del desierto y el aspecto que tiene el asunto es que muchos van a desaparecer, para no volver a ponerse en marcha nunca más. El sector promotor entra en una vía estrecha acorde con el progresivo envejecimiento poblacional de la nación. Soluciones hay pocas porque la crisis es sistémica hay que aguantar. Va a ser muy dura, pero tengo para mí que va a durar menos de lo que muchos se creen.