El empleo en la construcción vuelve a los niveles anteriores al boom inmobiliario
Según el G-14
lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
03/02/2009.- El número de afiliados a la Seguridad Social en noviembre de 2008 se redujo hasta los 18.181.742 personas, con una variación en el mes cercana a las 350.000 personas. En la construcción, la caída fue de 91.615 personas, de las que 78.000 corresponden al régimen general y el resto, en torno a 13.600, eran autónomos. Esta caída comporta que, en un año, la construcción ha reducido su número de afiliados en 495.000, y hace realidad los peores escenarios contemplados por el G-14 y situando el número de afiliados en el sector en niveles de agosto de 2003. Ello indica que, según el G-14, se habría corregido ya todo el posible efecto de incremento del empleo en el sector vinculado al boom inmobiliario de los últimos años.
El ajuste de la afiliación, no obstante, no muestra visos de finalizarsegún el G-14: tanto la caída de la afiliación general como la de la construcción se están acelerando (-5,2% y -19%, respectivamente, en tasas interanuales). En la construcción, además, la aceleración de la caída en la terminación de viviendas inducirá incrementos adicionales de la reducción de la afiliación e incrementos del paro en la medida en que dicho comportamiento no se vea reemplazado con una recuperación de las iniciaciones. Y con ello, la construcción seguirá arrastrando a otros sectores de la industria y los servicios, aportando adicionalmente a las caídas propias en las que han entrado también en estas ramas de actividad.
En cuanto al paro, el dato de desempleo en construcción muestra un mejor comportamiento que en meses anteriores. El incremento de 17.175 parados supone que la tasa de crecimiento interanual del paro en el sector no se incrementa adicionalmente, rompiendo una tendencia de aceleración continuada desde que en mayo de 2007 se observó la primera tasa interanual positiva. Pero con todo, el paro se incrementa en un 107,6% más que doblando el registro de hace un año. Tan preocupante, o más si cabe para el G-14, es el comportamiento del resto de los sectores.
La aceleración del paro en la industria se sitúa ya en el 49% de tasa interanual, y en los servicios, en el 38,4%, como consecuencia en parte de la finalización de la campaña de reyes en el comercio minorista. El contexto de crisis económica generalizada lleva a que la contribución de la industria y los servicios al crecimiento del paro continúe incrementándose, mientras que la construcción, aunque muy suavemente, reduzca su aportación de modo continuado.
En términos globales, el paro supera los 3,3 millones de desempleados, con un incremento del 47.1% interanual, olvidando ya los máximos de la crisis de los años 90 (3 millones 60 mil) que quedaron superados con el dato de diciembre. La subida del paro en enero, además, es la más alta que consta en los registros.
La diferencia entre la caída de la afiliación y el incremento del paro es achacable, básicamente, a dos factores. En primer lugar, aquellos que pierden su empleo y se dan de baja como afiliados pero no tienen derecho a la prestación por desempleo no tienen incentivos al registro en las oficinas del Servicio de Empleo, por lo que pueden no constar como registrados. En segundo lugar, aquellos que están inscritos en procesos de formación son efectivamente demandantes de empleo, pero no constan como parados registrados.
Las actuales condiciones del mercado laboral, con un fuerte ajuste que ya se extiende a sectores de comercio minorista, además de a la construcción y al automóvil, ponen de manifiesto, según el G-14, la necesidad de poner ya en marcha las medidas de reactivación de la demanda. Si como consecuencia del periodo expansivo anterior se ha producido un stock de viviendas sin vender y un exceso de contratación de empleo, éste último ha sido ya corregido. Caídas similares de la afiliación en construcción a lo largo del próximo año, que sucederán si no se toman medidas drásticas, pueden acelerar la caída del consumo y profundizar aún más la crisis, generándose a la baja los mismos excesos que se produjeron al alza, pero con consecuencias mucho más negativas desde el punto de vista económico y social.