FORMARNOS PARA SER MÁS FUERTES
Antonio Aragón
Director de Formación del Instituto de Formación Integral (IFI)
Impartir cursos presenciales para más de 2.000 alumnos, más un total de 250.000 horas de formación online a profesionales del sector inmobiliario en toda España durante el presente año puede parecer una misión imposible; más aún cuando el sector, ya de por sí muy atomizado geográficamente, se encuentra en pleno ciclo de contracción de redes comerciales y plantillas, y con un mercado que exige redoblar el esfuerzo comercial de cada operación.
Sin embargo, el éxito de esta misión es clave para apuntalar los nuevos cimientos de un sector que deberá salir fortalecido de la difícil situación que atraviesa. Así se entiende desde la Asociación Española de Gestores Inmobiliarios (AEGI), que desde 2004 viene integrando los esfuerzos del sector en un ambicioso Plan de Formación Continua a nivel nacional.
Entre los años 2005 y 2007, AEGI canalizó más de 3,3 millones de euros de fondos públicos a formar a más de 10.000 trabajadores del sector inmobiliario. Con la perspectiva del tiempo, resulta ahora evidente que este esfuerzo ha permitido mejorar considerablemente las competencias de nuestros profesionales en los últimos años, y ha ayudado a difundir en todo el sector una gran sensibilización por la formación continua.
Para todos los que, de un modo u otro, colaboramos con AEGI en la gestión y ejecución del plan de formación sectorial, uno de los retos principales es la adaptación de la oferta formativa al nuevo escenario del mercado, incorporando y potenciando contenidos formativos de calidad que ayuden a desarrollar las nuevas competencias clave requeridas por el sector.
Asimismo, debemos redoblar nuestros esfuerzos para asegurar la máxima difusión del plan a todos los niveles, para facilitar la participación en las acciones formativas de todos los colectivos que pueden beneficiarse de estas ayudas.
En este sentido, cabe destacar la novedad que supone permitir, a partir de este año, el acceso a esta formación gratuita a profesionales del sector que no se encuentren en activo, lo que convierte al plan de formación sectorial en una herramienta fundamental para facilitar la reincorporación al mercado laboral de los profesionales a los que la crisis ha llevado transitoriamente al desempleo.
Otro elemento fundamental para sacar el máximo partido de estos recursos es la utilización de las nuevas tecnologías para acercar la formación a los profesionales: la formación online, en ocasiones combinada con otras modalidades (sesiones presenciales o a distancia), permite a los alumnos una flexibilidad de planificación imprescindible en las actuales condiciones del mercado.
Para las empresas y los profesionales del sector, el reto consiste en saber aprovechar al máximo las oportunidades que les brinda un plan de formación integral, diseñado específicamente para cubrir sus necesidades, para transformar los conocimientos en nuevas competencias, y éstas en una ventaja competitiva que les ayude a conseguir sus objetivos, tanto empresariales como profesionales. Cuando se acumulan los problemas y hay que luchar por la supervivencia, pensar más allá parece tarea imposible, pero mi experiencia personal me enseña cada día que no es así, y que son muchos los que saben afrontar este reto y superarlo, y que siempre les compensa.
Tampoco deben olvidar las empresas que cuentan con un recurso adicional para desarrollar acciones formativas complementarias a las ofrecidas gratuitamente en un Plan Sectorial: el crédito a la formación continua de que disponen para formar a sus trabajadores es, con frecuencia, infrautilizado, o incluso desestimado, particularmente entre las pymes.