Más médicos para más hospitales

En febrero, la Comunidad de Madrid va a poner en marcha seis nuevos hospitales. Es un crecimiento espectacular, pero no sabemos si será suficiente para hacer frente a una demanda que crece, también, espectacularmente. La capacidad de servicios de estos seis nuevos hospitales es impresionante. Nada menos que cerca de 850.000 pruebas diagnósticas, dos millones de consultas, 41.000 intervenciones y 900.000 pruebas radiológicas al año. Y ello en zonas con un constante aumento de población: Valdemoro, Coslada, San Sebastián de los Reyes, Parla, Arganda y Aranjuez.

Pero de poco sirven los nuevos hospitales si no hay personal médico y sanitario en número suficiente para atenderlos. El tiempo de formación de un profesional de la Medicina es muy superior al de la construcción de un hospital. La incorporación de facultativos no es tan rápida como quisieran la Administración y los propios ciudadanos. El desequilibrio entre la demanda y la oferta ha provocado la búsqueda de médicos, no sólo fuera de la región, sino también fuera del país. En este segundo caso, la formación no suele ser tan exigente como la que tenemos en España. El gobierno regional, consciente del problema, se plantea aumentar el número de centros que imparten estudios de Medicina en nuestra Comunidad.

El propósito de Esperanza Aguirre es duplicar el número de facultades de Medicina en la región, pasando de los cuatro actuales a ocho, pero invirtiendo la proporción entre universidades públicas y privadas. De las cuatro actuales, tres son públicas y una privada. De las cuatro previstas, una será pública y las otras tres privadas. La polémica está servida. La oposición ha puesto el grito en el cielo ante tanta privatización. Pero, más que las nuevas facultades sean públicas o privadas, lo que importa es que sepan formar bien a los futuros médicos.

Debe preocuparnos más que el Ministerio de Sanidad vaya a habilitar a 3.000 médicos extranjeros, sin títulos homologados o reconocidos en España, para ejercer en nuestro país. Si queremos que nuestra Sanidad mantenga su prestigio internacional no se pueden bajar los niveles de exigencia.