El industrial mantiene el ritmo pese a las dudas
lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
20/09/2007.- El inmobiliario industrial sigue manteniendo ritmos de crecimiento parecidos al pasado año, pese a la ralentización y las incertidumbres financieras. Además de Barcelona y Madrid, Tarragona, Zaragoza y Valencia evolucionan positivamente.
La coyuntura en la Comunidad de Madrid, en lo referente al segmento industrial, sigue la misma línea de crecimiento del pasado año, según el último informe hecho público por la consultora inmobiliaria King Sturge. Continúan también otras tendencias, como la que lleva a las empresas a alejarse de las áreas próximas de la ciudad, que parece estar intensificándose.
En lo referente a los nuevos desarrollos, estos se ubican en la zona noreste (San Fernando de Henares), Madrid centro (Vicálvaro y Vallecas) y en la zona sur (Getafe, Móstoles y Ciempozuelos). La demanda se muestra especialmente fuerte en labores de distribución y almacenaje, tecnológicas y, a pesar del supuesto parón, constructoras.
Barcelona mantiene una tendencia positiva, en lo referente a precios y rentas, si se trata de productos con una buena ubicación. El problema en la Ciudad Condal, es, como siempre, la falta de suelo, que presiona estos precios al alza. Esta escasez de suelo podría derivar, según los expertos de King Sturge, en la consolidación de áreas muy lejanas de la ciudad, hasta a 70 kilómetros.
En mercados alternativos como Valencia o Zaragoza, su coyuntura permite augurar un futuro de intensa actividad. En la capital levantina, la mejora de las infraestructuras incidirá en una mayor productividad en toda la Comunidad. Tras su reforma, el puerto de la ciudad se convertirá en el principal centro de transferencia de mercancías del país, superando al de Barcelona. Por su parte, Zaragoza también espera un crecimiento de la actividad inmobiliaria industrial, gracias al negocio generado por la Exposición Internacional de 2008.
Por último, en Tarragona, los precios han experimentado un fuerte incremento en los últimos años, a causa de la escasez de suelo y de las mejoras constructivas en las naves. La actividad, además se ha extendido a nuevos polígonos fuera de las capitales (Reus y Tarragona).