Alianza en IU frente a Pérez para colocar a Muñoz como dos
Lo suyo son las bambalinas de la política, pero el poder de José Antonio Moral Santín en IU de Madrid es tanto que, según se dice, puede dar al traste con los planes de Angel Pérez para colocar al número dos de la lista que encabeza Gaspar Llamazares.
El líder de la corriente mayoritaria de IU-CM lleva meses “cocinando” el nombre de quien debería acompañar a Llamazares en la candidatura madrileña, con un cuarteto inicial: Pilar Fernández (concejala de Alcalá de Henares), Silvia Uyarra (concejala de Getafe), Ildefonso Fernández (Móstoles) y Marisa Moreno (Coslada), posibilidades todas ellas ya diluidas, y dejando para el final un tapado, que, según algunos rumores, bien podría ser Carlos Penit (líder de Pinto) o Justo Calcerrada (ex concejal del Ayuntamiento de Madrid).
El objetivo de Pérez y los suyos es, o era, ni más ni menos que dejar “atado” de movimientos al candidato cerrando el paso a la opción de Monserrat Muñoz, actualmente diputada en el Congreso y una de las pocas aliadas en Madrid, junto a Fausto Fernández, del coordinador general de IU, quien apostaba por convertirla en su número dos, puesto que ocupó en las anteriores elecciones el propio Pérez y que dejó vacante al convertirse en candidato de la coalición al Ayuntamiento capitalino.
Se daba por hecho que el sector mayoritario pilotaría la candidatura, con el beneplácito del PCM (hay que recordar que los más beligerantes con la opción de Llamazares han sido los líderes del Partido Comunista, con Francisco Frutos y Felipe Alcaraz a la cabeza), que también pondría su parte proporcional en esta candidatura. Un escenario en el que no se contaba con la intervención estelar del llamado “osito de Caja Madrid” (sobrenombre por el que se conoce en la coalición a Moral Santín por su eterna permanencia en el Consejo de Administración de la Caja madrileña) para torcerle el pulso al sector que controla la dirección de IU-CM.
La alianza de Moral Santín con Fausto Fernández, ex coordinador regional de la coalición y hoy diputado en la Asamblea de Madrid, parece que puede dar al traste con los planes de un Angel Pérez, que se rumorea que habría cedido ya a las presiones del vicepresidente de la Caja, aceptando que Muñoz ocupe el número dos de la lista de IU por Madrid.
No es la primera vez que este catedrático de Economía Aplicada de la Complutense, que en su día llegó a ocupar la presidencia de Telemadrid y desde hace años es la cuota “irremplazable” de IU en la Caja, influye en que el complejo mosaico de piezas que es la coalición madrileña se deslicen en una u otra dirección, otorgando triunfos y derrotas, incluidas las de Angel Pérez, cuyo liderazgo puede resentirse sí Llamazares logra su objetivo.
La estrategia de aislar al coordinador general de IU no es ajena a otras Federaciones de la coalición en las que puede predominar la línea “legitimista” ( lucha de clases, reivindicación social), véase Andalucía, Valencia, Cataluña o Baleares, todas ellas inmersas en duras enfrentamientos con los sectores ecosocialistas que impulsa el actual candidato.
El PCE y los dirigentes territoriales más críticos de Izquierda Unida dijeron amén a la designación de Llamazares como candidato tras pasar éste la revalida de las primarias frente a Margarita Saz, pero con el compromiso de que serían las Federaciones las encargadas de pilotar las listas.
La inicial debilidad del cabeza de lista no está siendo, por tanto, tal y el coordinador general de IU no sólo intenta segar la hierba a Pérez en Madrid, si no que ha anunciado también en un tumultuoso Consejo Político Federal su deseo de refundación del proyecto de IU. “Las primarias han decidido una línea política”, ha dicho, al tiempo que habla de abrir la organización a los sectores ecologistas, pacifistas y feministas. Eso y la guinda; la intención de establecer pactos preelectorales con otras formaciones véase ICV.
Por ahora las desavenencias en la coalición se intentan acallar por la idea de no echar leña a un fuego que convierta en cenizas sus cábalas electorales, en Madrid se confía en obtener algún diputado más que los dos actuales. Pero la batalla contra Llamazares es a largo plazo, teniendo como primer escenario los resultados de las generales y como segundo la Asamblea General que está previsto celebrar antes del verano para elegir nuevo coordinador general.