La desalación recibe una inversión de 2.000 millones de euros desde 2004

España busca en sus costas el agua que las nubes no quieren darle. El Gobierno de José Luis Zapatero ha hecho de la desalación una de las bases de su política del agua. En lo que va de legislatura, el Ministerio de Medio Ambiente ha repartido 1.945 millones de euros en una treintena de proyectos repartidos por el arco Mediterráneo, el área más castigada por la sequía. En la actualidad, las 700 desaladoras que operan en el país producen 216 hectómetros cúbicos de agua al año. Pero esto sólo es el principio.
El presidente Zapatero ha expuesto en la reciente Conferencia de Presidentes su propósito de continuar con la política de apoyo a la desalación. Cuenta con el apoyo de la Unión Europea, que acaba de asignarle 1.200 millones de euros para seguir construyendo instalaciones en la costa levantina. El objetivo es incrementar la capacidad productiva otros 135 hectómetros cúbicos antes de 2009 y llegar, ya en 2010, hasta un volumen total de 853 hectómetros cúbicos al año.
Las grandes constructoras españolas se han hecho con las obras de construcción y explotación de las desaladoras licitadas hasta ahora, por delante de multinacionales del sector. Acciona es la principal adjudicataria, ya que logró el contrato de Torrevieja. Llamada a ser la mayor instalación de este tipo en España, la desaladora requerirá una inversión de 300 millones de euros.
Por detrás de Acciona se encuentran, en orden de contratación, FCC, Sacyr, Ferrovial y ACS. Por su parte, OHL, a pesar de explotar la mayor desaladora en activo, en el municipio almeriense de Carboneras, ha quedado un tanto rezagada.