PAÍS VASCO.- 11/07/2007 El túnel del parking del Campillo costará tres millones de euros

Las actuaciones urbanísticas en los cascos históricos de las ciudades siempre llegan cargadas de complicaciones técnicas y de polémicas. Preservar el carácter de la primitiva ciudad es algo que se busca, sin descuidar la vida en esa zona y motivando la actividad que mantenga vivo el corazón de la urbe, cuestión nada fácil como se va viendo desde hace años en la parte vieja de las tres capitales vascas.
En el caso de Vitoria, el casco medieval es sin duda, su joya urbanística y alma de la ciudad, pero en los últimos años con difícil vida comercial y empezando a albergar pequeños focos de marginalidad. El esfuerzo del Ayuntamiento por hacer que la zona reviva se centra, entre otros proyectos, en la construcción de un aparcamiento subterráneo bajo El Campillo, con la habilitación de varios edificios nuevos en la superficie.
La obra es compleja y requerirá del vaciado de muchos metros cuadrados de tierra de las entrañas de la colina que va a convertirse, de seguir así, en un auténtico queso Gruyere. El proyecto total supondrá un desembolso de diez millones de euros. Para acceder al aparcamiento subterráneo será necesaria la construcción de un túnel de 150 metros de longitud que discurrirá a siete metros de profundidad en su parte de mayor calado y que requerirá 3,3 de los diez millones del presupuesto. El precio de este garaje puede parecer desmesurado, pero sus responsables ya apuntan que no se trata de un garaje normal, y que a parte de guardar coches, se convertirá en la puerta principal de acceso al Casco Viejo.
El aparcamiento tendrá cuatro plantas subterráneas que se dispondrán en un gran cajón de hormigón de 21 metros de profundidad, excavado bajo El Campillo. Este cajón quedará en el área delimitada por el viejo depósito de aguas, la calle Las Escuelas y el Gaztetxe. Para acceder a este equipamiento con el vehículo, se construirá el mencionado túnel que discurrirá bajo Los Arquillos y la plaza del Machete, para llegar a la cuarta y última planta del garaje. Esta planta tendrá una altura superior al resto puesto que se utilizará para la descarga de los vehículos de reparto, que podrán sacar sus mercancías al exterior a través de montacargas. En total, podrá albergar 440 vehículos, capacidad máxima permitida por la norma urbana.
Sobre las cuatro plantas del aparcamiento se concentran 10.400 metros edificables en los que se construirán equipamientos aún sin determinar, con planta baja y dos alturas. Su coste se estima en 17 millones de euros. La financiación de la operación global queda muy ajustada en los proyectos realizados hasta el momento, pero con un coste asumible, según el Ayuntamiento.