Volvera a empezar

Hemos pasado un mes de agosto en el que las portadas de los periódicos, los titulares de radio y televisión, las tertulias y toda forma posible de comunicación han estado copados, junto al terrorismo de ETA y las inclemencias meteorológicas y de la naturaleza, por la crisis hipotecaria en Estados Unidos y su repercusión en la economía española, en general, y el sector inmobiliario español, en particular.
El euribor ha continuado con su subida y ya afecta al bolsillo de las familias españolas con hipoteca de manera preocupante, por más que la ministra de Vivienda, Carmen Chacón, quiera minimizar sus efectos al reducir al colectivo afectado. Chacón ha intentado hacer el papel que le encomendó el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para que la vivienda no sea un obstáculo a sus intentos de volver a ocupar el Palacio de La Moncloa los próximos cuatro años.
La ministra se ha reunido con diversos colectivos, entre ellos los representantes del Consejo de la Juventud, que no parece que tengan dificultades para acceder a la vivienda si nos atenemos a la reunión con la ministra. Se han mostrado de acuerdo con todas las propuestas que les han puesto sobre la mesa, sin entrar a valorar que son prácticamente las mismas que se plantearon al principio de la legislatura y que todavía no se han desarrollado, pero que vuelven a ponerse ahora sobre la mesa cuando se acerca la cita electoral.
No hay que olvidar que el proyecto del fomento del alquiler era una de las apuestas que asumió el Gobierno socialista y ahora se vuelve a plantear, entre otras medidas, la desgravación fiscal para los inquilinos que se desechó al poco de llegar Zapatero al Gobierno. Y, mientras tanto, la preocupación en el sector por el futuro de la demanda de viviendas se mantiene, mientras los promotores miran de reojo al euribor con la ilusión de que se cumplan las previsiones y detenga su ascenso.