Las compañías del sector buscan nuevos horizontes para su inversión

En el mundo en que vivimos, cada vez más globalizado, dar la espalda a las ocasiones que ofrecen los mercados internacionales supone un coste de oportunidad que las compañías españolas, cada vez con mayor peso ante sus competidoras, no se pueden permitir. Las constructoras, a través de compras y concesiones, y las inmobiliarias de la mano de nuevas promociones y suelo, están asegurándose un lugar de privilegio en el mercado mundial.
En las maletas de las empresas españolas encontramos, una vez más, entre los principales argumentos que justifican este crecimiento demográfico sin precendentes la enorme liquidez acumulada durante los últimos años. Las estimaciones de la Unión Europea apuntan a medio plazo a la llegada de entre dos y tres millones de personas para instalarse en el arco mediterráneo. Estas perspectivas sumadas al desembarco de un número cada vez mayor de inversores a largo plazo, que buscan rentabilidades seguras son otro de los factores que hacen que nuestras empresas hayan elegido precisamente éste y no otro como el momento más adecuado para posicionarse fuera de nuestras fronteras.
Aunque Reino Unido y Alemania siguen siendo las economías más activas en lo que respecta a inversión en el extranjero, de acuerdo con los datos de las principales consultoras, nuestro país no quiere quedarse atrás. Los datos de Seopan, la patronal de las constructoras, indican que la facturación de las firmas españolas en el extranjero hace ya tiempo que superó los tres mil millones de euros. Según DBK, las inmobiliarias podrían finalizar este ejercicio con una facturación cercana a los 1.500 millones.
Santiago Herreros de Tejada, director del área de Expansión Internacional de Grupo Planner, insiste en que "los mercados internacionales cada vez tienen mayor peso, no sólo para las empresas sino también para los particulares. De hecho en los seis primeros meses del año las viviendas compradas por españoles en el extranjero están valoradas en mil millones de euros, cuando en todo 2005, año en el que ya se registró un incremento del 58% respecto al ejercicio anterior, tan sólo se alcanzaron los 850 millones de euros".
Otro dato revelador es el volumen de inversión en actividades inmobiliarias previsto desde la Dirección General de Comercio e Inversiones. Las previsiones de este organismo dependiente del Ministerio de Industria y Comercio indican que en 2006 la inversión exterior destinada a actividades inmobiliarias alcanzará los 7.500 millones de euros, superando con creces los algo más de 6.100 millones registrados durante el ejercicio anterior.

Retos de futuro.- Aunque el 62% del capital español que se invierte en el extranjero tiene como destino los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), de acuerdo con los datos del primer Indice de Confianza de la Inversión Expañola en el Exterior, elaborado por el Club de Exportadores, en colaboración con Instituto de Comercio Exterior (Icex), lo cierto es que las compañías españolas están comenzando a fijarse en nuevas plazas.
Ciertas zonas del planeta, que hasta ahora representaban los símbolos de las asignaturas pendientes, como el norte de Africa o ciertas ciudades asiáticas, en las que la presencia española es todavía testimonial, forman ya parte habitual de las prospecciones de mercado que realizan constructoras e inmobiliarias.
De sobra conocida es la apuesta de ciertas compañías por Marruecos. Fadesa está desarrollando allí un lujoso complejo turístico, y todo indica que sus más directos rivales seguirán en breve sus pasos. Urbas, compañía que recientemente ha completado con éxito una ambiciosa ampliación de capital, también ha optado por el sector turístico para poner su particular "pica" en Marruecos. La compañía dirigida por Javier de Irízar negocia la gestión de un proyecto hotelero en Agadir y cuenta además con dos promociones de vivienda nueva destinadas a la población de Tánger.
Por su parte, China y otros países del continente asiático resultan especialmente atractivos por los ambiciosos planes que pretenden ejecutar sus respectivos gobiernos. La privatización de los servicios públicos y el volumen de los contratos de infraestructuras, cuya adjudicación está próxima, hacen de estas plazas un declarado objeto de interés para nuestras constructoras. En este caso, la política sirve de acicate y, desde el Ministerio de Fomento, se desarrollan iniciativas para incentivar la presencia española en el Extremo Oriente. La visita institucional de la ministra el pasado mes de marzo fue un buen ejemplo de ello. Con ella quedó de manifiesto que nuestros empresarios tienen grandes oportunidades en el que es el mayor mercado del mundo. El plan quinquenal aprobado por el Ejecutivo chino prevé llevar a cabo una inversión de cien mil millones de euros, tan sólo en la mejora de las infraestructuras ferroviarias. La línea de alta velocidad que unirá Pekín y Shanghai será licitada en breve y supondrá por sí sola una inversión de 3.660 millones de euros. A ella hay que añadir las reformas previstas para el resto de las infraestructuras nacionales.

El 'tirón' de las economías emergentes en la ampliación del Viejo Continente
El estudio “Tendencias Inmobiliarias en Europa”, de CB Richard Ellis destaca que la inversión inmobiliaria en el Viejo Continente rondará los 170.000 millones de euros en 2006, lo que supone un incremento del 12,1% respecto al ejercicio anterior. Los mercados consolidados (Alemania, Francia, España o Dinamarca) siguen siendo los más buscados pero la Europa del Este tiene cada vez mayor protagonismo. Los datos de la Dirección General de Comercio e Inversiones aseguran que actualmente hay 30 grupos españoles presentes en Europa del Este.
Sirva como ejemplo la adjudicación de un solar de 4,5 hectáreas en Wroclaw por 93 millones de euros a Grupo Prasa. La compañía cordobesa promoverá el complejo comercial “Centro Sur”, en la tercera ciudad polaca por número de habitantes. El responsable de la división internacional de Prasa, Rafael Alcántara, asegura que “traspasar fronteras es casi una necesidad cuando se quiere seguir creciendo”.
Prasa, también presente en Rumanía, comparte en la zona intereses con Hercesa, Gestesa y Grupo Lar, entre otros. Agofer cuenta con suelo en Varsovia para construir 200 viviendas, y espera alcanzar las 500 a final de año. Mientras tanto, Fadesa ha comercializado ya la primera fase de una promoción de 1.900 viviendas en la capital polaca. Además, Acciona tiene previsto comenzar a desarrollar oficinas y promoverá cuatro complejos residenciales en aquel país, que sumarán 2.239 viviendas en total.

Proyectos con acento latino en el corazón de EEUU
La presencia de las compañías españolas en Estados Unidos se deja notar cada vez con mayor fuerza. Las oportunidades que ofrece la primera potencia económica mundial son un pastel demasiado jugoso para dejarlo escapar. Sólo en Nueva York, el plan de mejoras en las infraestructuras previsto, que se ejecutará durante los próximos diez años, alcanza una inversión de 50.000 millones de dólares (39.290 millones de euros). En la presentación estuvieron presentes FCC, Ferrovial, ACS, Sacyr, Acciona, Abertis, SCH, Caja Madrid, Layetana, Astroc, Renta Corporación, Isolux o Arocasa, entre otras.
Algunas de ellas, ya se barajan entre las adjudicatarias de otros proyectos. Es el caso de FCC y ACS, que compiten por ampliar los accesos del puerto de Miami. De salir triunfadoras, las constructoras españolas se harían con un contrato valorado en 800 millones de euros. La compañía controlada por Esther Koplowitz ya está presente en aquel mercado con otros contratos de infraestructuras y servicios. Es la responsable de gestionar el mobiliario urbano de Boston y Nueva York. Además, su filial Portland Valderribas compró dos empresas cementeras en Texas (Giant Cement y CDN). Sin embargo, el del puerto de Miami sería el primer contrato de la empresa que preside Florentino Pérez en Estados Unidos.
OHL, por su parte, ha comprado recientemente dos constructoras en el Estado de Florida. La firma que encabeza Juan Miguel Villar Mir ya gestiona una desaladora en Massachussets valorada en 58 millones de euros.
Ferrovial, a través de Cintra, fue seleccionada para el mantenimiento y explotación durante 75 años de la autopista Indiana Toll Road, valorada en tres mil millones de euros. El grupo que preside Rafael del Pino cuenta además con la constructora Weber, primera empresa del sector en Texas, y es socio prefernte de la Administración local en el desarrollo del mayor plan de infraestructuras de todo el país, el Trans-Texas Corridor.
Por el lado de las promotoras, Testa ha comprado dos edificios de oficinas en Miami, valorados en 51 millones de euros y Urbis tiene previsto promover allí 260 apartamentos.

Las firmas españolas puentes transoceánicos con América Latina
Panamá es uno de los mercados que se perfilan como más atractivos en los últimos tiempos para las compañías del sector. Más allá de los siempre provechosos proyectos turísticos, el referéndum por el que el pueblo panameño ha aprobado la ampliación del canal supone la luz verde definitiva a una de las mayores obras de ingeniería del mundo, que podría ser licitada el año próximo. Las primeras estimaciones indican que el proyecto rondará los 4.166 millones de euros.
Desde el punto de vista de las promotoras, Santiago Herreros de Tejada, de Planner, considera que "la fortaleza de la divisa y la estabilidad política hacen de Panamá un mercado muy atractivo para las empresas españolas". En este sentido, la promotora asturiana Grupo Mall, que también promueve un complejo turístico en el estado mexicano de Campeche, prevé realizar una inversión de 475 millones de euros para construir tres rascacielos sobre la bahía. El complejo, diseñado por el estudio Chapman Taylor, albergará un hotel de cinco estrellas y 1.716 viviendas, y está ubicado en pleno centro financiero de la capital americana.
Entre otros países, destaca Chile, donde ACS es la primera concesionaria por volumen de obra, con 966 millones de euros contratados. Recientemente, Juan Ignacio Entrecanales, vicepresidente de Acciona, ha visitado el país andino con la intención de estudiar nuevas oportunidades de negocio. El proyecto del ferrocarril Trasandino Central, valorado en 238 millones de euros, ha despertado el interés de FCC, OHL, Comsa y Azvi. Esta infraestructura mejorará el transporte de mercancias entre Chile y Argentina.
Grupo Lar se ha asociado con el despacho de arquitectos Pladis, para desarrollar su segundo proyecto en México. El conjunto residencial de viviendas y oficinas estará ubicado en Monterrey, y supondrá una inversión cercana a los 11,5 millones de euros. Por último, en Brasil, un país que ocupa casi la mitad de América del Sur y cuenta con 7.500 kilómetros de costa, el Grupo Nicolás Mateos está desarrollando su proyecto estrella. En la ciudad de Natal, al noreste del país, la compañía murciana está construyendo un complejo de 13.000 viviendas.