Bañuelos pierde el control de Astroc un año después de salir a Bolsa
Da el visto bueno al nuevo consejero delegado, Juan Antonio Alcaraz
lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
23/05/2007.- Un nuevo consejero delegado con más poder y menos peso en empresa. Enrique Bañuelos ha tenido que aceptar las condiciones de los grandes accionistas para salvar la inmobiliaria de un nuevo descalabro bursátil que hubiese comprometido seriamente el futuro de la compañía.
Astroc ha ejecutado el viaje de ida y vuelta en menos de un año en el parqué. La inmobiliaria levantina, que se estrenó en Bolsa el 24 de mayo de 2006, se revalorizó más de un 1.000% en nueve meses para perder casi todo lo ganado en dos semanas.
El descalabro bursátil ha obligado al fundador de la empresa, Enrique Bañuelos, a renegociar la permanencia de los grandes accionistas en la empresa. Estos han obligado al empresario saguntino a ceder gran parte de su peso en la empresa para evitar una desbandada ruinosa, ya que el fundador tenía la obligación de recomprar buen número de acciones a casi el triple de dinero al que cotizan en la actualidad.
Bañuelos ha conseguido cancelar las obligaciones de compraventa con Rayet y Nozar a cambio de permitir que ambas empresas aumenten su peso en la empresa hasta un 10,1% y un 24,99%, respectivamente. Estos cambios , que se ha hecho a costa de la participación del propio Bañuelos, implican una mayor implicación de los accionistas en la dirección de la compañía. Una dirección cuyo peso recae sobre los hombros del nuevo consejero delegado, Juan Antonio Alcaraz, que ha llegado del Banco Sabadell para sustituir a Jon Palomero.
La transformación de Astroc aún podría complicarse si otros accionistas como la familia Godia o Amancio Ortega reclaman más poder a cambio de permanecer en Astroc, aunque las primeras informaciones apuntan en la dirección de que el fundador de Zara no quiere ni oír hablar de aumentar su participación en una empresa en la que entró como inversión puramente financiera.
Precisamente, la llegada de estas grandes figuras fue la que atrajo a numerosos inversores modestos, que son los que más han sufrido el hundimiento de Astroc. Los sueños de grandes plusvalías son cosa del pasado en Astroc, que se enfrenta con mucha probabilidad a un periodo de un año de marasmo, según los analistas.
En plena crisis, Astroc informó que sus resultados trimestrales no fueron boyantes. De hecho, la inmobiliaria levantina redujo su beneficio un 82,% por mayores costes y aprovisionamientos.