Una Bolsa caliente

Ni las subidas de tipos- pasadas y futuras- ni la actual crisis bursátil de las inmobiliarias, con auténticos descalabros, han ahuyentado a los inversores que vuelven apostar por la Bolsa. Eso sí, han añadido volatilidad y miedo y han provocado idas y venidas, ventas y compras más rápidas, metiendo velocidad a un mercado ya extremadamente acelerado por continuas operaciones corporativas que han atraído dinero caliente de medio mundo buscando ganancias rápidas y casi seguras. Con sectores ardiendo, como las inmobiliarias en el pasado, y eléctricas, banca, telecos… y lo que venga. Que se avecinan tiempos movidos. Pero esta crisis de las inmobiliarias en la Bolsa dista muchos hasta ahora de la provocada en el 2000 por el estallido de la burbuja tecnológica, con Terra como protagonista estrella de subidas meteóricas y caídas vertiginosas.
Pero ahora la Bolsa, muy volátil, movida, con mar gruesa a veces, sigue con tendencia alcista y no parece que asusta tanto. Tiene picos, y eso dicen los expertos que es buen síntoma. Sube hasta los 15.500 puntos, qué vértigo, hace unas semanas, y cae. Pero vuelve el dinero. Uno en busca de gangas, otro animado por rumores de opas, el otro…Dinero abundante, caliente, que busca ganancias, olvidando pasado cataclismos y ávido de pasadas plusvalías. Animado además por continuas operaciones corporativas que han agitado el sector eléctrico- ardiendo, como la bolsa, desde hace dos años, y lo que queda- al que se sumará el bancario y las telecos.
Además, la Bolsa española tiene aún recorrido, al menos para muchos de su valores, a pesar de haber batido récord tras récord. En el pasado año triplicó la rentabilidad de la inversión estrella para los españoles: la vivienda. Una Bolsa exuberante que subió en el 2006 por encima del 30%, con más de un billón de euros negociados, con récord también en el beneficio de las sociedades cotizadas, casi 34.000 millones de euros, y con dividendos históricos, más 22.000 millones de euros repartidos entre los accionistas.