Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
El conseller de Territorio y Vivienda, Esteban González Pons, ha anunciado que la próxima legislatura se elaborará un Mapa con rango, valor y fuerza de Ley que clasifique los usos del suelo en todo el territorio de la Comunidad Valenciana, para que haya un desarrollo sostenible y equilibrado en todos los municipios.
González Pons explicó, en este sentido, que “quedará meridianamente claro cuál es el suelo urbanizable y cuál el protegido, de manera que sobre el suelo urbanizable actúen las leyes del mercado, mientras que sobre el protegido tendremos la garantía de que nunca lo urbanizará nadie”. Los procesos de urbanización, asimismo, tendrán que garantizar servicios públicos adecuados, respeto por el paisaje y calidad de la edificación, entre otros aspectos.
De gobernar los populares en la próxima legislatura, esta ordenación global del territorio pretenderá impedir que exista una bolsa gigantesca de suelo susceptible de ser reclasificado y una bolsa minúscula de suelo urbano o urbanizable. “Se acabaron los días en que se trabajaba con la incertidumbre de saber si ese suelo será algún día reclasificado o no y por la decisión de qué autoridad política”, advirtió el conseller, quien añadió que con esta medida se cumplirán dos premisas “de vital importancia”: agilización de los procedimientos de planeamiento urbanístico y logro de la máxima transparencia del proceso, “lo que eliminará la especulación”.
González Pons realizó este anuncio durante unas jornadas sobre urbanismo y Medio Ambiente de la Asociación de Jueces y Magistrados Francisco de Vitoria en Benicàssim, donde criticó la existencia de un “mercado inmoral o especulativo”, que consiste en la adquisición de suelo barato, que posteriormente se reclasifica y se revende, “lo que tiene mucho que ver con la especulación y muy poco con el trabajo honrado de los constructores”.
Los bajos deberán concluirse junto al resto del edificio
Las Normas de Hábitar Galego presentadas por la nacionalista Teresa Táboas se fijan no sólo en el interior de los edificios, sino también en la parte externa de los mismos. Por este motivo, el catálogo de medidas que se tendrán que cumplir incluye ideas como la obligatoriedad de finalizar los bajos de los inmuebles al mismo tiempo que el resto del edificio. La medida busca terminar con la imagen de “cientos y cientos de inmuebles donde los bajos permanecen con el ladrillo a la vista durante años y años”, según explicó la conselleira de Vivenda.
Táboas recordó durante su comparecencia que son los ayuntamientos los organismos encargados de verificar que las leyes de habitabilidad se cumplen, aunque señaló que es “consciente” de las dificultades que entraña para muchos consistorios hacer efectivo ese control.
Para paliar de alguna manera esta dificultad, la titular de Vivenda afirmó que se garantizará la puesta en marcha de fórmulas que permitan la colaboración con estos ayuntamientos. La idea inicial de esta Consellería es que esta cooperación se pueda plasmar ya en los presupuestos que se aprobarán en el ejercicio de 2008.