Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Números cantan, y la realidad de las cifras demuestra que la región madrileña encabeza el crecimiento económico de España, con una subida del 4 %. El PIB de la Comunidad madrileña supera al de Portugal, y la renta per cápita regional es mayor que la de Alemania.
Las causas de este crecimiento son varias, y entre ellas figura el esfuerzo inversor y en competitividad de las empresas madrileñas, la actitud constructiva y dialogante de los interlocutores sociales, y también, sin duda, una política económica del Gobierno regional que, además de abierta y liberalizadora, o quizá por ello, ha sintonizado con los propósitos de los empresarios, y ha hecho que éstos y la Administración caminen en la misma dirección.
La decisión de introducir rebajas fiscales, la práctica supresión de los impuestos sobre sucesiones y donaciones, el apoyo a las empresas para sus inversiones en investigación y desarrollo, los planes conjuntos en formación... son factores que influyen en esta posición privilegiada de la Comunidad madrileña. No puede decirse lo mismo en lo que a atención del Gobierno central se refiere, que se está mostrando cicatero en sus inversiones en Madrid, lo que contrasta con la creciente aportación madrileña al PIB nacional, que ya se acerca al 18 %.
El objetivo marcado por el Consejero de Economía de situar a la Comunidad de Madrid en los próximos años como la tercera región más potente de Europa, tras Londres y París. Puede alcanzarse si continúa la identificación de objetivos entre el Gobierno regional, los empresarios y los interlocutores sociales. Y si se sigue absorbiendo el aluvión de inmigrantes que se está produciendo en los últimos años.
La continuidad en el crecimiento económico madrileño pasa por un constante esfuerzo en inversión por parte de las empresas, pero también por la necesaria dotación presupuestaria del gobierno regional y del estatal, por encima de enfrentamientos políticos que no deben pagar los ciudadanos.