Costaría 60 millones de euros y produciría 617.580 Mw por hora y año
Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
La Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) proyecta, junto a Ceflot S.L., la construcción en alta mar de una central eléctrica flotante que extraería energía procedente de las olas del mar. Con un coste de inversión de 60 millones de euros, produciría 617.580 Mw por hora y año, y además serviría como centro de desalinización para la obtención de agua potable, como lugar de investigación y como taller de trabajo para la pesca.
La Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) está desarrollando, en colaboración con Ceflot S.L., un prototipo de central eléctrica flotante, que aprovecharía la energía de las olas para generar electricidad.
La instalación, flotante y totalmente automatizada, se situaría en alta mar, en una zona con fondos superiores a los 50 metros de profundidad, y podría producir entre 150 y 400 Mw de potencia nominal. Con 150 Mw/hora sería suficiente para abastecer energía limpia a una población de unos 300.000 habitantes, es decir, unas 100.000 familias.
El primer prototipo de ensayo de esta central eléctrica flotante se está poniendo a prueba en el canal hidráulico del Laboratorio de Ingeniería Marítima de la UPC. Se trata de una plataforma de unos 90 metros de diámetro, dividida en módulos que se ensamblan entre sí, en forma de panal de abeja, y que estarán anclados al fondo del mar. La plataforma está dotada de puntos de fondeo amarrados a diferentes alturas y está equipada con 49 flotadores que se mueven con las olas: 30 adosados alrededor de la plataforma y 19 más al interior de la estructura.
Cada módulo de la plataforma contiene uno o varios generadores y un equipo mecánico normalizados que producirían electricidad con el movimiento armónico de sus flotadores, aprovechando la subida y bajada de las olas. La estructura contaría con un helipuerto, talleres de trabajo para pesca y un centro de investigación marítima.
La energía producida en la plataforma se transportaría por cable submarino hasta una central ubicada en tierra firme. El cálculo de la energía que transportan las olas es difícil al no ser regulares debido a la falta de constancia y dirección de los vientos. Según el Ministerio de Industria y Energía, el potencial energético en las costas españolas en 1979 era de unos 37.650 Mw.
Para aprovechar al máximo la gran cantidad de energía que se puede generar en una central de este tipo, se prevé que la nueva instalación convierta la energía producida en exceso en hidrógeno y oxígeno mediante electrólisis, proceso consistente en la descomposición del agua haciendo pasar una corriente eléctrica.
El equipo de investigación prevé que esta planta podría generar 617.580 Mw por hora y año, una producción superior a la de otros sistemas de energía renovable. Si bien el coste de inversión para construirla, 60 millones de euros, resulta más caro que el de otras instalaciones, el precio medio por kilowatio es más económico: cerca de 370 euros cada uno.
La central flotante tiene un sistema de seguridad mediante el cual, si se producen vientos de más de 70 nudos y olas de más de 14 metros, se sumergiría automáticamente de forma controlada al fondo del mar y se reflotaría pasado el temporal.
Además, esta central puede servir para extraer agua potable mediante un proceso de ósmosis inversa, que separaría el agua potable de la salada a través de una membrana, o bien por compresión de vapor.