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Oscar Alcaide

VENTAJAS DE LA ERA VIRTUAL

Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Las reglas del mercado traspasan todo tipo de fronteras, incluidas las de la realidad. En una época como la actual, marcada por el uso, y a veces abuso, de las nuevas tecnologías, y en la que toda empresa o profesional que se precie debe gozar con su propia página web, la modernidad ha llegado también al sector inmobiliario.
Sí señores, aunque parezca mentira, una actividad tan antigua y tan tradicional como construir casas, ha caído sometida a los encantos de Internet. Prueba de ello es el portal de realidad virtual Second Life, un auténtico mundo paralelo en el ciberespacio que cuenta ya con 2,5 millones de usuarios. Tiene de todo, partidos políticos, cines, cafeterías, restaurantes, y... por supuesto, inmobiliarias. Todo para justificar unos gastos muy terrenales que alcanzan niveles astronómicas. Más de un millón de dólares (769.000 euros) se gastan a diario los internautas en esta web.
Uno de los principales bienes con los que se puede contar en esta comunidad son los bienes raíces. El precio del metro cuadrado se ha doblado en tan sólo dos meses, como consecuencia de un auténtico boom de la demanda. Seguro que la situación les suena. En el mes de diciembre se vendieron 35.000 metros cuadrados de suelo, y lejos de empezar a mostrar síntomas de agotamiento, este mercado, virtual pero alimentado con dinero real, sigue suscitando el interés de los inversores. La figura del especulador trasciende este mundo y se adentra así en el hetéreo universo binario, donde encontramos a gente que compra grandes extensiones, copa el mercado y acapara todo el suelo en venta para controlar la oferta y disparar los precios.
Una profesora de primaria de origen chino y residente en Francfort, llamada Ailin Graef, se ha convertido, así, en la primera cibermillonaria de la historia, puesto que posee más de 36 kilómetros cuadrados de tierras en Second Life. Ha abierto una empresa con 25 empleados y ha amasado una fortuna superior al millón de dólares gracias al alquiler y la compra-venta de terrenos virtuales.