LA SEGURIDAD EN GRANDES EDIFICIOS
Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Las necesidades de seguridad de un gran edificio de oficinas son diversas y los sistemas electrónicos de seguridad las afrontan, aportando, además, herramientas para la gestión inteligente del edificio y de las personas.
Desde hace unos años, la seguridad se ha convertido en un factor crítico en muchos edificios y construcciones. Lo ideal para poder diseñar una solución óptima y global de seguridad en un rascacielos o un gran complejo de oficinas sería que los expertos de seguridad participasen en la fase de proyecto o, por lo menos, de ejecución. De esta forma podríamos integrar la seguridad en el diseño arquitectónico, pudiendo llevar a cabo un adecuado análisis y evaluación de riesgos y amenazas. Esto no suele ocurrir y los sistemas se integran en la fase final, teniendo que ajustar la solución de seguridad a los condicionantes constructivos del edificio. Los sistemas actuales de seguridad permiten gran flexibilidad, para adaptarse al diseño, tamaño y uso de los inmuebles. No obstante, intervenir lo antes posible para definir las necesidades de seguridad optimiza su funcionamiento.
Las necesidades de seguridad de estos grandes edificios (intrusión, protección de personas, incendios, robos, etc.) suponen, por su diseño, tamaño y uso, problemas muy específicos. A veces su arquitectura peculiar les imprime un carácter simbólico y visual convirtiéndolos en punto de referencia, lo que puede exigir medidas más extremas. Por otro lado, al albergar la sede central de grandes compañías, contienen documentación privada, que forma parte del capital intelectual de la compañía.
Afrontar todas las casuísticas que pueden afectar a la seguridad de la empresa y gestionarlas de forma rápida y eficaz, exige la implantación de Sistemas Integrales de Seguridad. Mediante un único software de integración, que actúa como plataforma desde la que se controlan todos los subsistemas del edificio: detección de incendios, anti-intrusión, control de accesos, protección de activos, megafonía, barrera de vehículos, etc. Aparte de la obligada protección anti-incendios, los requerimientos en materia de seguridad de un gran edificio corporativo se pueden resumir en dos: la necesidad de permitir y controlar la libre circulación de personas autorizadas –impidiendo el acceso a los visitantes no deseados- y evitar la intrusión de personas fuera del horario de oficina. Por ello, lo idóneo es que el Sistema Integral de Seguridad se construya a partir del sistema de control de accesos.
La consecuencia inmediata de integrar en el software del control de accesos todos los subsistemas es doble. Por un lado, al interactuar los sistemas entre sí la solución actuaría de forma autónoma e inmediata ante un evento, convirtiéndose en una herramienta inteligente de gestión del edificio. Por ejemplo, ante una intrusión detectada, el sistema bloquearía algunos accesos interiores y situaría una cámara enfocando y grabando. Por otro, el análisis de la información que cada sistema suministraría a la plataforma central permitiría obtener información crítica para la prevención, control y seguimiento de cualquier evento, ya sea una alarma, una visita, un empleado o un proceso, y conocer todas las circunstancias que lo rodean.
Desde el software de integración/gestión, el controlador tiene acceso a planos gráficos e interactivos del edificio con iconos dinámicos que muestran la localización y estado de todos los dispositivos: cámaras, detectores de incendios, etc. Cualquier evento aparece indicado en la pantalla.
Un concepto global e integrado minimiza posibles riesgos y amenazas en los grandes edificios. El diseño de la solución electrónica de seguridad adecuada, por parte de expertos, determina el funcionamiento óptimo de la instalación.