Una torre curva de 300 metros marcará el futuro "skyline" de la capital gala
Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
30/01/2007.- El norteamericano Thom Mayne ha sido el elegido para el diseño de un nuevo rascacielos en La Defense de París. El edificio, construido por Unibail, será el primero de un plan para renovar la zona de negocios parisina.
París no veía el nacimiento de un rascacielos sobre su suelo desde hacía treinta años, en los setenta, cuando se construyeron los últimos edificios de este tipo en la capital francesa. Entre ellos, la torre más alta del país, Montparnasse, que alcanza los 209 metros y fue inaugurada en 1973. El edificio, además de una atracción turística visitada por unas 600.000 personas anualmente, es el que se acerca más a la "cima" de la ciudad, la Torre Eiffel, que, con su antena, alcanza los 324 metros.
Tras un cambio en la política urbanística de la ciudad de la luz, la situación va a variar considerablemente. Después de una acentuada polémica sobre la posibilidad de aprobar la construcción de nuevos inmuebles de este tipo en París, ya ha salido a la luz un proyecto que competirá en altura con el mecano gigante diseñado por Eiffel para la Exposición Universal de 1899. El proyecto, que se ubicará en La Defense, la zona de negocios más exclusiva de la ciudad y una de las más importantes del continente, será una torre curva que alcanzará los 300 metros de altura y dará un renovado aspecto al sky line de la metrópoli.
El autor de esta obra, bautizada como Torre Faro (Phare Tower), es el arquitecto estadounidense Thom Mayne. El mismo hombre cuyo proyecto para la "Zona Cero" de la ciudad de los rascacielos (Nueva York) era el único entre los finalistas que no recogía la presencia de grandes rascacielos, es el que ha propuesto ahora una torre de 300 metros para una ciudad en las que este tipo de edificaciones ya no se construían. No obstante, la idea no fue suya, sino de la clase política que ha vuelto a permitir la construcción de este tipo de inmuebles en la capital francesa, siempre que no se ubiquen en la zona centro.
El Faro de París dispondrá de más de 130.000 metros cuadrados de superficie útil, divididos entre espacio para oficinas en las zonas bajas del edificio y espacios públicos en los pisos altos, incluyendo varios restaurantes y una terraza. Uno de los aspectos más novedosos del inmueble, relacionado con la sostenibilidad de este tipo de estructuras, será la instalación de un complejo de turbinas eólicas en la azotea, que ayudarán en la alimentación eléctrica del inmueble, proporcionando la energía necesaria para servicios como calefacción o aire acondicionado. Además, contará con una capa exterior retráctil que bloqueará la incidencia de la radiación solar sobre las ventanas del edificiio durante el verano. Se calcula que la inversión necesaria para la construcción del coloso ascenderá a unos 800 millones de euros. El proyecto de Mayne, fue elegido por Unibail, la empresa constructora, entre otros diez presentados por algunos de los arquitectos más prestigiosos del mundo, como Norman Foster o Jean Nouvel.
Muy probablemente, el rascacielos de Mayne estará acompañado por otros nuevos edificios que ya se proyectan en la zona, como parte del plan denominado Defense 2015 e impulsado por EPAD, el ente público que gestiona el crecimiento de esta zona de París, con el objetivo de mantener su atractivo como centro de negocios. El Faro es la primera obra de Thom Mayne en París. El estadounidense, que ganó el Premio Pritzker en su edición de 2005, es considerado uno de los "chicos malos" de la arquitectura actual, aplicando ideas vanguardistas en sus obras. Una de ellas, fue la de oponerse a la inclusión de grandes torres en la reconstrucción del World Trade Center newyorkino, propuesta que no cuajó, a pesar de ser la más aceptada entre los familiares y la que primero se planteó tras los atentados, cuando no se quería hacer un gran complejo inmobiliario en una zona de tan trágico recuerdo.