Hipotecas y viviendas

Las subidas del euribor han llevado a este índice a alcanzar de nuevo límites que no se registraban desde hace años. Esta situación provoca que las entidades financieras estén buscando nuevos productos que les permitan llegar al mayor número posible de ciudadanos.
Este es el caso de las nuevas hipotecas multititular para inmigrantes, que buscan captar para el mercado a personas que, hasta el momento, estaban fuera. El reclamo para este colectivo es el aumento de los plazos de devolución hasta un número de años impensables hace no mucho tiempo, la concesión por el cien por cien del importe del préstamo y muchas variaciones sobre estos modelos. Uno de los productos más novedosos de los últimos tiempos son las hipotecas multidivisas aunque entrañan bastantes riesgos lo que hace más difícil su acceso para inexpertos en los mercados financieros internacionales.
Y todo este cotarro financiero se dirime en un momento en el que la vivienda ha vuelto a la primera página de los periódicos, tras la polémica surgida por el impuesto por el que van a gravar a las viviendas vacías en Cataluña y el País Vasco. Además de, en mi opinión, ir en contra del derecho a la propiedad recogido en la Constitución, este impuesto se puede quedar en un mero brindis al sol ya que todavía no han explicado, al menos de manera coherente, cómo van a comprobar que esas viviendas están verdaderamente vacías. Y a aumentar más la polémica han contribuido las aportaciones al problema de la vivienda en Barcelona de Inma Mayol, tercera teniente de alcalde, que se ha declarado antisistema y justificado la actitud de los ocupas.
La verdad es que, para decir majaderías, lo mejor y más prudente para un político sea del color que sea es permanecer en silencio. Y si se declara antisistema, lo mejor es que no pertenezca a sus instituciones no vayamos a creer que, lo que quiere realmente, es destruirlas desde dentro.