El Metro y sus problemas

El Metro es el transporte público por excelencia para los madrileños. La ampliación de líneas y la conservación y mejora de las existentes debe ser una atención prioritaria para nuestros gobernantes regionales. Últimamente está siendo protagonista de averías e incidentes, cuanto menos, preocupantes.
La línea 6 es la que presenta mayores problemas, pero no es la única. La multiplicación de averías (tres en las 24 horas del pasado viernes), da que pensar. O la conservación de la línea no es la adecuada, lo que es malo, o hay algo detrás, lo que es peor. La Compañía anuncia una serie de medidas para hacer frente a esta situación. Parece que, en relación con la línea, hay en marcha dos proyectos, uno referente al cambio de señalización, y otro al suministro de energía. Si el suministro falla, como lo está haciendo, esas medidas deberían haberse adoptado antes.
Entre otros aspectos del Plan de Choque que presenta la Compañía, hay uno que se nos antoja, en principio, pintoresco. Es la actuación de personal del Metro para equilibrar la carga de los diferentes vagones. Es decir, que los empleados indicarán a los viajeros los vagones hacia los que deben dirigirse. Las razones serán respetables desde el punto de vista técnico, aunque no acabo de entender que si un vagón va medio vacío, y el otro lleno, la marcha del tren corre peligro. No hace falta ser un lince para saber que los vagones que suelen ir más llenos son los más próximos a la entrada del andén. En cuanto a que los empleados ayuden al cierre de las puertas en caso de aglomeraciones, podría aprovecharse la experiencia de los japoneses. Las imágenes del Metro de Tokio en las horas punta son ilustrativas: viajeros empujados como si fueran sardinas en lata para que puedan cerrarse las puertas.
Pero el problema no es de apreturas, aunque las pueda haber. El problema es de funcionamiento y cuidado de los trenes, y aunque la flota se ha modernizado, quedan muchas unidades obsoletas. Aquí si hay que tomar, urgentemente, medidas de choque, porque el Metro es fundamental para el transporte público en una región tan saturada de tráfico como la madrileña.