Norman Foster es responsable de los dos primeros edificios del Campus de la Justicia
Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
30/11/2006.- No es muy habitual ver a todo un Lord británico en Madrid, y mucho menos aún verle en la presentación de un proyecto de arquitectura que resultará emblemático para la ciudad. Sin embargo, Esperanza Aguirre tuvo ocasión de codearse esta semana con Norman Foster, con quien compartió protagonismo en la presentación de los dos primeros edificios del Campus de la Justicia de Valdebebas.
Se trata del Tribunal Superior de Justicia y la Audiencia Provincial, dos inmuebles definidos por el arquitecto como “una celebración de la democracia, la justicia y el diseño responsable con el medio ambiente”. Ambos tienen forma circular, un diseño funcional y vanguardista, y cuentan con cristal en las fachadas en forma de rombos para controlar la exposición solar y generar juegos de luces y sombras en el interior. Las obras comenzarán antes de mayo de 2007, y contarán con un presupuesto de más de cien millones de euros. Con 25.698 metros cuadrados y cinco alturas, el Tribunal Superior de Justicia tendrá un patio triangular en el centro y siete salas de vista, ubicadas en los pisos superiores.
Mientras tanto, la futura Audiencia Provincial tendrá un atrio circular y contará con un piso más. En la planta baja un gran espejo de agua permitirá regular la temperatura ambiente y humidificar el aire del interior. Sus 45.000 metros cuadrados albergarán hasta 33 salas de vista, oficinas y despachos. Orientado de forma estratégica para reducir la exposición directa al sol, el inmueble estará revestido con un sistema de protección lumínica que optimizará su rendimiento energético.
Ejemplo internacional.- El Campus de la Justicia de Valdebebas será el mayor complejo judicial del mundo. Albergará catorce edificios que se convertirán en representación física del poder judicial de la Comunidad. Todas las delegaciones judiciales de la región estarán concentradas allí, y cinco mil funcionarios trabajarán a diario para dar servicio a cerca de diez mil ciudadanos que visitaran las instalaciones para solventar sus problemas con la justicia.
El proyecto del Campus fue asignado al estudio madrileño Frechilla y López Peláez, después de que su propuesta de edificaciones circulares fuese declarada ganadora del concurso internacional de ideas convocado al efecto. El conjunto ofrece un aspecto dinámico, en el que la facilidad de acceso y la transparencia se convierten en un elemento prioritario en un intento de acercar la administración al ciudadano, con un esmerado cuidado por la luz natural y el medio ambiente