Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
El grupo hotelero realizará un lavado de cara a su reciente adquisición. La reforma dotará al hotel, inaugurado en el año 1929, de un mayor número de habitaciones y un spa. Asimismo, se renovarán y ampliarán la zonas comunes para acabar con la estacionalidad del establecimiento.
El grupo Barceló, que el pasado mes de junio se hizo con el 63% del mítico hotel Formentor por 36 millones de euros, tiene previsto renovar y aumentar el número de habitaciones desde las 127 actuales a 250 o 300. Fuentes de la empresa anunciaron que el lavado de cara también afectará al lobby y otras zonas comunes.
El grupo hotelero balear pretende acabar con la temporalidad del establecimiento, que sólo abre entre abril y octubre. Barceló reorientará el Formentor hacia el segmento de congresos y convenciones, para lo que "necesita un salón de reuniones con los últimos adelantos".
"Queremos mantener el hotel abierto todo el año. En noviembre el sitio sigue siendo paradisiaco, y para ello hay que dar al cliente otro tipo de atractivos", remarcaron desde Barceló. Hace cinco años el Ayuntamiento de Pollensa, en cuyo término municipal se sitúa, aprobó hace cinco años un plan urbanístico que aumentó la edificabilidad en los terrenos del hotel, lo que permite construir las nuevas dotaciones.
El grupo hotelero ha puesto al frente del Formentor a Melchor Bosch, un profesional con amplia experiencia en el sector y que ha trabajado para el grupo en diversos destinos en España y China.
Tras adquirir el 63%, Barceló se convirtió en el accionista mayoritario del Formentor. El grupo compró este porcentaje a Miguel Francisco Buadas, uno de los copropietarios del hotel, cuya familia mantiene en el establecimiento una participación del 20%.
Esta adquisición forma parte del plan de expansión de la cadena y de su apuesta por posicionarse dentro del segmento alto del mercado, teniendo como objetivo que en 2010 todos sus hoteles sean de cuatro y cinco estrellas.
El hotel, que abrió sus puertas en 1929, está ubicado en una finca de 1.200 hectáreas en primera línea de mar en la península de Formentor, en el norte de Mallorca, rodeado por un bosque de pinos.