Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
El Prat de Llobregat levantará un nuevo barrio sobre la zona que dejará libre el soterramiento de las vías de tren. La mitad de las viviendas serán de protección oficial. También se contruirá una zona para usos terciarios y tres estaciones de metro.
Una simple vía de tren impide que el Prat de Llobregat pueda crecer más. Pero la llegada del AVE vendrá acompañada de la desaparición de la barrera física que atenaza la ciudad. La operación comportará la liberalización de 200 hectáreas de terreno sobre las cuales el Ayuntamiento y la Generalitat proyectan edificar un nuevo barrio, el Eixample Nord.
El consejero de Medio Ambiente y Vivienda, Francesc Baltasar y el alcalde del Prat, Lluís Tejedor, han firmado un convenio que permitirá desarrollar el proyecto. El primer paso será la constitución de un consorcio integrado por las dos administraciones que coordinará y gestionará todas las actuaciones urbanísticas del sector. En principio se calcula que se requerirá una inversión mínima de 310 millones de euros para poder realizar sólo las obras de urbanización.
El Eixample Nord se sitúa entre las vías del tren y la autovía C-31 por un lado y la Pata Sur por el otro. El desarrollo tendrá prácticamente las mismas dimensiones que la mitad del actual casco urbano de la ciudad. “El soterramiento de las vías del tren, la supresión de esta barrera, la construcción de la estación intermodal y la posibilidad de superar la Gran Vía han permitido desarrollar este proyecto” indicó Tejedor, quien asegura que el principal objetivo a la hora de planear el nuevo barrio fue “hacer frente a la necesidad de vivienda que hay en la ciudad, principalmente entre el colectivo de gente joven”.
El Eixample Nord tendrá 4.500 viviendas distribuidas en diversos bloques de pisos. El consejero Baltasar destacó que “se construirá con los máximos criterios de sostenibilidad, que afectarán a la movilidad, a las edificaciones y a las actividades económicas que se instalen”.
El nuevo barrio, que se empezará a levantar por el extremo más próximo al río a finales de 2007 y se acabará en 2018, no sólo será residencial. Los primeros planos incluyen equipamientos educativos, asistenciales y sanitarios. Además la urbanización de las calles permitirá finalizar el plan de rondas del Prat. La zona dispondrá de tres estaciones de metro de dos líneas (la L9 y la L1) y se realizarán mejoras en la red viaria.