Un bosque que crecerá sobre la azotea del casino Costa Brava

26/10/2006.- Dentro del mundo de la arquitectura, muchos de los proyectos más innovadores corresponden a edificios relacionados con el ocio o el turismo. El Gran Casino Costa Brava podría ser un ejemplo de cómo se aplica la innovación arquitectónica a inmuebles de este tipo, con el fin de distinguirlos de sus competidores y atraer a un mayor número de clientes.

El inmueble estará situado en los jardines del Gran Hotel Monterrey, en el centro de la localidad gerundense de Lloret de Mar. El diseño correrá a cargo de Fermín Vázquez, socio director del estudio b720 Arquitectos. Está pensado como un espacio compuesto por tres niveles diferenciados e integrados en su entorno. El primer nivel es el acceso al edificio, una gran marquesina de 55 metros de largo por once de ancho. Su peculiaridad reside en ser, además de una cubierta para la entrada, también un elemento decorativo cambiante y original, ya que albergará una pantalla de diodos emisores de luz (LEDs), que funcionará como un sistema multimedia de iluminación que se adentra en el interior de la sala de acceso. Será capaz de reproducir imágenes en movimiento que alterarán el aspecto de la entrada, por las proyecciones directas y también gracias a su reflejo en el suelo. El interior de la sala estará realizado en maderas oscuras altamente reflectantes, que capturan y reflejan los colores animados de la pantalla. Se trata de un proyecto lumínico concebido y diseñado por el estudio de arquitectura junto con United Visual Artists (UVA) y con el asesoramiento de Maurici Ginés, que permitirá albergar creaciones artísticas audiovisuales.
Otro de los accesos al casino estará situado en la rampa privada del hotel, desde un segundo nivel, donde habrá un espacio semicubierto integrado en el hall de entrada al Palacio de Congresos. Será un lobby elevado, protegido del exterior pero permeable, que hará de vía de comunicación de la vida cultural del edificio.
El tercer nivel será el que le dé un carácter más espectacular y singular a todo el complejo. La cubierta del edificio, estará ajardinada por un total de seis mil metros cuadrados de zona verde, creando una conexión visual con los jardines ya existentes del Hotel Gilart Monterrey. Esta cubierta, además de amortiguar el impacto visual del conjunto, tendrá la función de recolectar agua de lluvia para el regadío del nuevo jardín y de proteger al hotel de la posible polución acústica de la carretera, combinando la estética con las soluciones ecológicamente sostenibles. La misma forma de la fachada del edificio, que recuerda el cruce de troncos de árboles de un bosque tupido, se verá continuada por el pequeño bosque real que crecerá encima de la estructura arquitectónica.
El complejo estará, además, equipado con un aparcamiento de 420 plazas, de las que 150 corresponderán en exclusiva al casino, mientras que el resto serán de libre acceso, en régimen de rotación y de alquiler, con la intención de solucionar los problemas de circulación y estacionamiento en el centro de Lloret.