FIRMAS

Kin Jong-il, el malísimo

Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Es el más malo de los malos. Más que el Mahmud Ahmadineyad, Bashar al Asad o Hugo Chávez. Y en su descargo no se puede siquiera decir que se preocupa por sus súbditos, como hace el presidente iraní, o es dicharachero como el prócer venezolano. Kim Jong-il es un pájaro de cuidado.

Un ave bastante misteriosa, cuyo carácter caricaturesco y casi cómico contrasta con la abyecta naturaleza brutal del régimen que controla con mano de hierro desde 1994, año en que falleció su octogenaria madre y ocupó su trono como dictador omnipotente de Corea del Norte.

Lo más relevante, estos días, es que se ha hecho con la bomba atómica y ha desafiado al mundo haciendo explosionar bajo tierra uno de los letales ingenios, uno pequeño de la potencia del que convirtió en ceniza y piedra pómez la ciudad japonesa de Hiroshima y a sus desventurados habitantes.

Kim Jong-il rodea todas sus actividades del velo del miedo y ha convertido en secreto hasta su situación familiar, pero algo se filtra.

Diplomáticos y algún exiliado que ha conseguido huir del país, lo describen como “vanidoso, paranoico, hipocondríaco y bebedor compulsivo de coñac”. Dicen que usa zapatos con plataforma, porque es bajito y lo lleva muy mal. Lo cierto es que se peina en cresta, para parecer más alto.Tiene una colección de 20.000 películas de Hollywood y aparece como autor de un libro sobre cine.

De su afición al alcohol del bueno, hay pruebas documentales. En 2000, durante una cumbre con el presidente surcoreano, Kim Dae-jung, se echó al coleto 10 copas seguidas de un vino de Burdeos, de esos que se cotizan por encima de los 200 euros la botella.

Konstantin Pulikovsky, un diplomático que le acompañó durante un largo viaje en tren en Liberia, afirma que el tirano norcoreano llevaba a bordo langostas vivas, que comía cada día con palillos chinos de plata. El postre, siempre según el ruso, solían ser varias copas de champaña y unas “chicas de muy buen ver”.

En Corea, tanto los medios de comunicación como la gente –de todo rango-, sólo se refiere a él con la fórmula “Querido Líder”. Y ay del que se equivoque. Su gran aportación al pensamiento socialista mundial es la teoría del juche, una adaptación local del leninismo, sobre la que ha publicado una docena de libros.Su gran aportación a la paz mundial fue hace un par de décadas montar mortíferos atentados en distintos lugares de Asia, incluida la voladura en 1986 de un avión surcoreano con 115 pasajeros a bordo. Lo de la bomba atómica es sólo lo último, pero como no lo paren pronto, todavía nos dará nuevos sobresaltos.