Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Su última imagen es de diciembre de 2004 y su último paradero conocido se detectó -con retraso, naturalmente- en abril de 2003. Por eso, cada cierto tiempo se le da por muerto o al menos gravemente enfermo. La última vez fue el pasado mes de septiembre: “Según una fuente normalmente fiable, los servicios saudíes están convencidos de que Osama bin Laden está muerto”, decía lo que sería una nota confidencial de la Direction générale des services extérieurs (DGSE) filtrada al diario francés L’Est Republicain, que habría sido enviada por los servicios secretos franceses al presidente, Jacques Chirac, al primer ministro, Dominique de Villepin, y a los ministros de Interior y Defensa con fecha 21 de septiembre.
Los rumores de que Bin Laden puede estar muerto se han redoblado en los últimos meses, mientras se barajaban sucesivas posibles causas de su fallecimiento y supuestos indicios que lo demostrarían. El principal es que no aparece una imagen nueva suya desde finales de 2004, aunque este año se le han atribuido varios mensajes hablados, de baja calidad, cuya pertenencia real al líder del yihadismo islamista no ha sido confirmada claramente.
Hace más de tres años que los responsables estadounidenses de antiterrorismo no reciben noticias fiables de la existencia del mítico emir de la guerra santa. Hay que remontarse a abril de 2003, cuando se detuvo al dirigente de Al Qaeda Walid Mohamed Ben Attash, para tener una pista de su paradero a través de su confesión de que se había entrevistado con Bin Laden tres meses antes en la provincia afgana de Khost. En los últimos meses, los comandos encargados de su búsqueda se han concentrado en la frontera entre Afganistán y Paquistán, al norte de las regiones tribales, una zona donde el ejército paquistaní no se aventura jamás después de sus fuertes pérdidas humanas cuando intentó ocuparla en 2004 y 2005.
A pesar de los enormes medios desplegados, desde satélites a antenas potentísimas, sigue siendo un misterio su paradero.
Gracias a sucesivas detenciones de miembros de su entorno, se sabe que el jeque Osama sale poco de sus escondrijos, lo hace siempre de noche y con los cielos nublados, y con despliegues de escolta fuertes y preparados.
La DGSE afirmaba que una “fuente habitualmente fiable” les ha hecho saber que “los servicios saudíes tienen la convicción de que
Osama bin Laden está muerto”.
“Los elementos recogidos por los saudíes indican que el líder de Al Qaeda habría sido víctima, cuando se encontraba en Pakistán el 23 de agosto pasado, de una fuerte crisis tifoidea que le provocó una parálisis parcial de sus miembros inferiores”, explica el documento, publicado íntegramente por el diario.