Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
De heroica califica el presidente de la Fegamp, José Crespo, la labor que los ayuntamientos de Galicia realizan en todo lo relacionado con el urbanismo, dada la falta de medios de los propios consistorios y del Gobierno autonómico para facilitar la aprobación de sus planeamientos.
El urbanismo en Galicia resulta siempre un tema polémico y lleno de quejas provenientes de todos los agentes que componen el sector de la construcción. En la Comunidad se han ido aprobando leyes con la finalidad de poner un poco de orden en este campo sin que los resultados obtenidos inviten a ser optimistas. Cuando se cumple el primer año de Gobierno de la coalición entre socialistas y nacionalistas, el panorama parece un poco más definido y claro con las diferentes medidas que se han adoptado y que incluye una nueva Ley do Solo.
Sin embargo, no todos los organismos y personas que se han visto afectados por las mismas, aceptan como buenas las iniciativas puestas en marcha por la Xunta. Entre ellos, se encuentra el presidente de la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp), el popular José Crespo, que mostró su vena más dramática al afirmar que “hacer urbanismo en Galicia se está convirtiendo en una labor de héroes y en un marrón para los ayuntamientos” dadas las dificultades que, a su entender, encuentran los alcaldes, dada la falta de medios de que disponen la Xunta y las diferentes corporaciones locales.
Para explicar esta situación y esas dificultades que deben asumir los alcaldes, Crespo hace hincapié en el ordenamiento del territorio de acuerdo con una Ley do Solo que contiene puntos, según el regidor popular, "con los que muchos alcaldes gallegos no están en absoluto de acuerdo", y que el Gobierno gallego ha puesto en marcha con la intención de frenar la especulación del suelo que se produjo durante los años de Gobierno del PP.
Para el presidente de la Fegamp, es importante contar con las facilidades necesarias que permitan sacar adelante los planeamientos urbanísticos municipales porque “si no, al final, lo que ocurre, es que uno por otro, la casa sin barrer y los que salen perjudicados en este caso, son Galicia y los gallegos”.
Estas dificultades traen como consecuencia una serie de “desastres” que enumera detalladamente Crespo y que se inician con la no aprobación de los planes de urbanismo y finalizan con la especulación del suelo. José Crespo lo detalla de esta forma: “al no salir adelante el planeamiento, no se va a liberar suelo; al no liberarse suelo, no va a haber suelo para viviendas; al no haber suelo para viviendas, va a haber más especulación y será cada vez más caro, lo que traerá como consecuencia el efecto contrario al deseado”.